Los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona comenzaron a peritar hoy los dos teléfonos celulares secuestrados a la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las dos profesionales responsables de la salud del exastro futbolístico en la internación domiciliaria que se montó en el country de Tigre, donde falleció en noviembre pasado.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que se trata de dos teléfonos celulares marca Iphone (un 6 Plus y un SE), los cuales habían sido secuestrados en la casa de Cosachov el 1 de diciembre pasado, en el barrio porteño de Palermo.
"Tenía información encriptada y la encriptación no permite visualizar el contenido de la información extraída del celular con UFED", dijo un investigador, quien explicó que la maniobra para guardar la información fue realizada el día posterior al allanamiento que realizaron los fiscales a la casa del médico Leopoldo Luque, el otro médico involucrado en la causa.
Los expertos en informática lograron determinar que el 30 de noviembre pasado a las 9 de la mañana, la psiquiatra realizó una copia de seguridad de ambos teléfonos y colocó una clave, distinta a la de apertura de los teléfonos, por lo que todos esos datos guardados no pudieron ser visualizados.
La idea es poder extraer toda la información referida a los tratamientos médicos de Maradona contenida en los celulares, las PC y tablets secuestradas en el marco de la investigación, así como también las comunicaciones y mensajes que hayan tenido las personas investigadas sobre los momentos previos, concomitantes y posteriores al deceso del "10".
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que el "10" murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
De acuerdo con los resultados de los estudios toxicológicos realizados, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo aunque sí detectaron psicofármacos.
La investigación del equipo de fiscales creado por decisión del fiscal general de San Isidro, John Broyad, se centra en tres ejes principales: si hubo negligencia médica y por lo tanto un eventual "homicidio culposo", quién tuvo responsabilidades sobre ese posible delito y si la muerte de Maradona se pudo haber evitado.