Trump habló, pero no dijo nada sobre su juicio político

El presidente de Estados Unidos se comunicó a través de un video y condenó los hechos de violencia registrados la semana pasada.

ROSTRO ADUSTO, BAJANDO DEL AVIÓN. “Ningún verdadero partidario mío podría faltar al respeto a la ley”, manifestó ayer Trump. ROSTRO ADUSTO, BAJANDO DEL AVIÓN. “Ningún verdadero partidario mío podría faltar al respeto a la ley”, manifestó ayer Trump. REUTERS
15 Enero 2021

Nahuel Toledo

LA GACETA

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a aparecer de manera pública en la jornada de ayer y a través de un vídeo condenó los actos de violencia vividos la semana pasada con la toma del Capitolio, pero guardó silencio en relación a la decisión aprobada en la Cámara de Representantes de iniciar un juicio político en su contra por “incitar a la insurrección”.

“Quiero ser muy claro. Condeno inequívocamente la violencia que vimos la semana pasada, la violencia y el vandalismo no tienen absolutamente ningún lugar en nuestro país, y no tienen lugar en nuestro movimiento”, expresó el mandatario norteamericano.

Desde el Despacho Oval, Trump enfatizó también que ningún verdadero partidario de su gestión “podría jamás respaldar la violencia política”. “Ningún verdadero partidario mío podría faltar al respeto a la aplicación de la ley ni a nuestra gran bandera estadounidense”, enfatizó.

Como el presidente fue silenciado en la mayoría de las redes sociales por la suspensión de sus cuentas, el vídeo ha sido difundido por los perfiles oficiales de la Casa Blanca y se publicó horas después de que el todavía mandatario emitiera una breve declaración en la que hacía un llamamiento para que no se produjera actos de vandalismo, ni se transgrediera la ley en vísperas a la toma de posesión del presidente electo, Joe Biden, el 20 de enero.

Las palabras de Trump tienen correlato con las alertas emitidas por el FBI en relación a la posibilidad de que se registren manifestaciones violentas en los próximos días. Por esto, el representante del Partido Republicano instó a que no debe haber violencia, ni transgresión de la ley, ni vandalismo de ningún tipo.

“Yo no represento eso”

“Eso no es lo que yo represento, y no es lo que Estados Unidos representa”, sostuvo Trump antes de pedir “a todos los estadounidenses” que “ayuden a rebajar tensiones y calmar los ánimos”.

Si bien el Presidente prefirió guardar silencio sobre la reciente medida aprobada en el Congreso, días atrás había manifestado que un nuevo impeachment en su contra sería “absolutamente ridículo” y afirmó que esa decisión despertaría “una inmensa ira” en todo el país.

Mientras el mandatario atraviesa horas difíciles, a tan sólo cinco días de culminar su mandato, quien tomó protagonismo en la escena pública fue el vicepresidente, Mike Pence.

Pence aseguró que la administración del presidente Trump está comprometida con una transición de poder ordenada.

“Todos vivimos ese día del 6 de enero y como el Presidente dejó claro ayer, estamos comprometidos con una transición ordenada y una inauguración segura”, remarcó el vicepresidente de Estados Unidos.

En una sesión informativa con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, Pence agregó que las autoridades estadounidenses “se asegurarán” de que la toma de posesión de Biden se desarrolle de forma “segura”.

“Joe Biden y Kamala Harris jurarán como el nuevo presidente y la nueva vicepresidenta de Estados Unidos, de una manera consistente con nuestra historia, nuestras tradiciones de forma que honre a la ciudadanía estadounidense y a Estados Unidos”, garantizó el compañero de fórmula de Trump.

Pierde respaldo

Los principales líderes militares de Estados Unidos emitieron una declaración condenando los actos de “sedición” e “insurrección” que se dieron durante el asalto al Capitolio y han reafirmado su apoyo a los resultados electorales que certificaron el triunfo del presidente electo.

“Fuimos testigos de acciones dentro del edificio del Capitolio que fueron incompatibles con el Estado de derecho. Los derechos de libertad de expresión y reunión no le dan a nadie el derecho a recurrir a la violencia, la sedición y la insurrección”, expresó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto del Ejército.

“Como miembros del servicio, debemos encarnar los valores e ideales de la nación. Apoyamos y defendemos la Constitución”, dice el texto, firmado por el general de mayor rango del Ejército de Estados Unidos, Mark Milley. La declaración también hizo referencia a la próxima toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, quien se convertirá, en el nuevo comandante en jefe de Estados Unidos.

A su vez, y ante los inminentes actos de asunción, el Ejército trabaja de manera conjunta con el Servicio Secreto para determinar si hay episodios de “extremismo” entre los efectivos de la Guardia Nacional que velarán por la seguridad del próximo presidente de Estados.

Con el objetivo de extremar las medidas para ese día, el jefe de la Oficina de la Guardia Nacional de Estados Unidos, el general Daniel Hokanson, anunció que han recibido autorización para el despliegue de 15.000 militares a la capital del país. En esta línea, Trump decretó el estado de emergencia en Washington.

Condena o absolución: ¿cuál será el futuro político de trump?

El juicio político se inicia siempre en la Cámara de Representantes, que actúa como fiscal.

Una vez que se presentan los cargos, que pueden ser muchos, el cuerpo vota si decide avanzar con el juicio o no. En este caso, se aprobó la acusación de “incitación a la insurrección”.

El paso siguiente es elegir a los managers, los representantes de la Cámara Baja encargados de informar los argumentos por los que resolvieron abrir el proceso de juicio político ante el Senado, que cumple la función de juez y jurado.

El Senado recién empezará a tratar el tema el 19 de enero, un día antes de que finalice el gobierno de Donald Trump. Las partes tienen derecho a defenderse, a llamar a testigos y a dar alegatos a favor de la condena o de la absolución.

Lo habitual es que haya un tiempo de deliberación a puertas cerradas, al cabo del cual se realiza la votación en el pleno de la Cámara. Para una condena y la posterior destitución del presidente necesita una mayoría calificada, de 60 de los 100 senadores.

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