San Martín: preguntas que necesitan respuestas

ESTUVO CERCA. San Martín le iba ganando a Atlanta hasta el minuto 90, pero no pudo cuidar la ventaja. Si rival empató y tuvieron que definir con remates desde el punto del penal. En esa instancia, los tucumanos fueron derrotados y se quedaron con las manos vacías. ESTUVO CERCA. San Martín le iba ganando a Atlanta hasta el minuto 90, pero no pudo cuidar la ventaja. Si rival empató y tuvieron que definir con remates desde el punto del penal. En esa instancia, los tucumanos fueron derrotados y se quedaron con las manos vacías.

Terminó. La temporada llegó a su fin para San Martín. La pandemia y la AFA se encargaron de destruir todo: los sueños, el esfuerzo, el trabajo, la enorme inversión económica. Este no era el final que esperaban en La Ciudadela. Pero ya no hay nada que se pueda hacer. Queda la bronca, la impotencia, el dolor e incluso la resignación. El poder que tienen algunos dirigentes es tal que no se les puede decir nada. Ellos toman las quejas y las críticas como un ataque personal. ¿Cómo responden? Atacando con artillería pesada. En silencio. Manejan todo desde las sombras. Nunca dan la cara, aunque todos saben quienes son. Mandan al frente a los operadores de turno. Los aliados que sacan dividendos de algunas cuestiones extrafutbolísticas. Lo que hicieron en Río Cuarto con San Martín es inexplicable. Lo dejaron sin alojamiento, tuvieron problemas para llevar la utilería al estadio y maltratraron a la delegación. “La orden vino de arriba” fue la respuesta ante la aparición de un obstáculo. Al final de todo fueron eliminados en un partido caliente y polémico. Todo es digno de una operación que busca dejar en claro quien manda en este fútbol argentino que marcha a la deriva.

¿Terminó? Si lo que buscaba la AFA era pasarle factura por sus reclamos y su presentación en el TAS, el objetivo está cumplido. San Martín, que parecía encaminado a lograr el ascenso a la Liga Profesional, llegó hasta donde lo dejaron. Ahora mira desde afuera como algunos equipos que estaban al margen de la pelea al comenzar el año siguen con sus posibilidades intactas de subir de categoría.

El 70 por ciento de los clubes que siguen en carrera tienen orígenes en la B Metropolitana. Los que no forman parte de esa estructura que le permitió a Claudio Tapia ser presidente de la AFA tienen pocas chances de progresar. Belgrano y San Martín son buenos ejemplos.

En La Ciudadela deben llamar a elecciones y la pregunta es inevitable: ¿quien puede conducir al club en este momento? Se necesitan dirigentes con espaldas anchas, muchas ideas y tal vez una billetera grande. Son tiempos difíciles, con ingresos escasos. Armar un equipo para pelear el ascenso costará mucho y San Martín está obligado a apuntar alto. Roberto Sagra sostuvo la estructura deportiva e institucional con su patrimonio personal. Sin embargo, la gestión sufrió el desgaste lógico de tantos meses de confrontación directa con la AFA. Él lo sabe y por eso anunció que no irá por la reelección. El club lo va a extrañar. El que asuma tendrá mucho trabajo. En todo sentido. Las sombras de una relación compleja con la AFA perseguirán al club por un tiempo prolongado. Por eso también se necesitará un hábil conciliador.

Terminó la temporada para San Martín. ¿Terminarán las represalias contra el club? Por ahora, nadie tiene la respuesta.

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