“La clave está en el equilibrio", asegura el DT de Atlético

El paso de Pablo Lavallén por Atlético dejó varias cosas en Atlético. De las buenas, muy buenas y de las malas también. Pero lejos de pretender enumerarlas ahora mismo, lo más peculiar de su llegada fue la convicción en el mundo de Atlético de que era un técnico “ofensivo”. De los que les gusta “jugar lindo”. Vale aclarar que en 2021 ese tipo de apreciaciones están signadas por una subjetividad importante. ¿Quién puede decir qué es lindo y qué no? Aún así, Atlético supo tener varios de esos en su historia e incluso su escuela está relacionada con ese tipo de fútbol, pero en el momento era toda una novedad. El equipo venía de la B Nacional e intentaba mantenerse en Primera y disputar su primera Copa Libertadores. Bajo la dirección de Lavallén, el equipo logró la histórica clasificación en Quito. Aún así, el entrenador no duró mucho. La idea de su juego incluía lo que los dirigentes llamaban “el gol por gol” y no terminó convenciendo. Partidazos con marcadores abultados pero que no siempre terminaban a favor de Atlético. El 3-4 ante Racing de 2017 en Avellaneda fue un ejemplo claro.

La larga introducción viene a este caso: el técnico que sucedió a Lavallén fue Ricardo Zielinski. Lo primero que se hizo en su llegada fue compararlo con su predecesor y calzarle el mote de “defensivo”. El “Ruso” respondió en la cancha, como siempre: no sólo convirtió 153 goles en menos de 150 partidos dirigidos, sino que se fue siendo uno de los equipos más goleadores del fútbol argentino.

¿Quién reemplaza a Zielinski? La respuesta es obvia: Omar De Felippe. Curiosamente otro técnico que recibe el rótulo de defensivo pero que no tiene drama en discutirlo, aceptarlo (más por resignación que por creer que es cierto) y tratar de desmentirlo en la cancha.

“Todo el mundo dice que soy defensivo. A veces me río porque ya tengo ese mote y no me lo sacan. Yo me banco ese mote, no le presto atención, es una pelea que ya perdí”, le dice el nuevo entrenador de Atlético a LG Deportiva. Incluso termina su frase con risas porque sabe de lo que se trata este juego y mucho más con un público que consume y “necesita” ese tipo de calificaciones. Aunque en la vida real no sea necesariamente así.

“Creo que los equipos nuestros (de su cuerpo técnico) son sólidos en defensa y versátiles y punzantes en ataque”, se autodescribe Omar. “Tener un arco protegido y que arriba cueste mucho, no serviría. Creo que en ese sentido, Atlético viene con ese equilibrio necesario”, agrega y con mucha razón. Así como mencionamos los 153 goles a favor en la era Zielinski, sólo tuvo 138 en contra. No es errado decir que sus equipos defienden bien, pero que no se olviden que también atacan.

En otros deportes, la faena defensiva es mucho más valorada y no es un término peyorativo como en el fútbol. El premio al mejor jugador defensivo del año es tan importante como el del máximo goleador en la NBA, por ejemplo. En el fútbol generalmente los laureles se los llevan los atacantes.

“A veces dicen que porque hacés tres goles y te meten seis, sos un equipo ofensivo. No es tan así, en el fútbol la clave está en el equilibrio, el que logra eso le sale mejor las cosas”, explica el DT. Equilibrio que encontró en su pasado como entrenador con equipos como Independiente -en el famoso ascenso a Primera- y Emelec de Ecuador. “A Emelec llegamos y logramos salir campeones siendo el equipo que más goles a favor hizo y el que menos en contra tuvo”, recuerda De Felippe.

Equilibrio que intentará implementar y continuar en Atlético, algo que dijo desde el día 1 (“venimos a adaptarnos a lo que hay y a tratar de dejar nuestra impronta”). “Al equipo lo armaremos de atrás para adelante, como siempre. La seguridad defensiva está puesta pensando en el arco del frente”.

De Felippe llegó a rememorar incluso que el presidente de ese entonces del club ecuatoriano, le confió que antes de contratarlo se fijó en el promedio de goles a favor y en contra de sus equipos y era el que más productivo era en ambos rubros de todos los candidatos. “Un dirigente serio busca su cuerpo técnico según el gusto futbolístico y en base a la estadística”, dice De Felippe.

El gusto de los dirigentes de Atlético parece que “cambia” pero quizás no sea así. Quizás lo que cambia sea nuestra percepción sobre lo lindo y lo feo. Y quizás eso sí haya que ir cambiando.