Protagonistas de la pandemia

La pandemia por la covid-19 cumplirá un año en poco tiempo. Desde los primeros días del confinamiento, diversos organismos internacionales advirtieron que las mujeres y las niñas serían particularmente afectadas por la situación. En efecto, tras varios meses, las peores previsiones parecen haberse cumplido. La violencia de género, la feminización de la pobreza y la sobrecarga de tareas laborales y domésticas han sido tres de las caras de esa realidad que ya han sido ampliamente difundidas en nuestras páginas. Hay, sin embargo, otro aspecto que ha marcado el protagonismo de las mujeres, en este caso, ampliamente positivo.

El jueves se conmemoró el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia y a propósito de esta fecha ONU Mujeres, la oficina de género de las Naciones Unidas, emitió un documento que pondera el rol que las mujeres han tenido este año en la ciencia. La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, han remarcado que las investigadoras han logrado “avances cruciales” en la lucha contra la enfermedad.

En el país los nombres abundan. Sólo para mencionar algunas de ellas, se destacaron Silvia Goyanes (a cargo del desarrollo del “superbarbijo”) Juliana Cassataro (lidera el equipo que trabaja en la vacuna argentina) o Micaela Godoy (integra un equipo que busca simplificar y abaratar los PCR). Médicas, físicas, biólogas, químicas, biotecnologas, bioquímicas y farmacéuticas, entre otras, han adaptado trabajos y saberes para aportar.

Si bien se ha avanzado, desde el organismo internacional consideran que los estereotipos y las desigualdades relacionadas con el género son barreras para que las mujeres puedan emprender.

Adelantaron que en el próximo informe de la Unesco sobre ciencia, se manifiesta que “sólo el 33% de los investigadores son mujeres, a pesar de que las mujeres representan el 45% y el 55% de los estudiantes de grado y de máster, respectivamente, y el 44% de los matriculados en programas de doctorado”. Instaron a los estados a generar las condiciones para que las diferencias sean superadas y alertaron, en paralelo, sobre la escasa representación de las mujeres en áreas clave para el futuro del trabajo, como las energías renovables y las tecnologías.

“Necesitamos la ciencia, y la ciencia necesita a las mujeres. No se trata sólo de asumir un compromiso con la igualdad de derechos, sino también de hacer que la ciencia sea más abierta, diversa y eficiente”, sentenciaron.

En Argentina los números parecen alentadores. Según el informe presentado por la editorial Elsevier (tuvo en cuenta publicaciones, premios y subsidios), Argentina es el país que cuenta con la mayor proporción de mujeres en investigación (el 51% por sobre el 49% de hombres).

Al margen de estas cifras que pueden ser relativizadas, ¿cómo se pueden acortar las brechas de acceso a la ciencia? El pronunciamiento de ONU Mujeres considera que para que las políticas de igualdad sean fructíferas se deben erradicar los estereotipos de género mediante la educación, las normas sociales, la promoción de modelos positivos y la sensibilización de los espacios de toma de decisiones. “Tenemos que lograr no solo que las mujeres y las niñas participen en los ámbitos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), sino que además estén capacitadas para dirigir e innovar, y que cuenten con el apoyo de políticas laborales y culturas institucionales que garanticen su seguridad, tengan en cuenta sus necesidades como madres y las incentiven para avanzar y prosperar en esas carreras”, recomienda el pronunciamiento de ONU Mujeres.