En Tucumán van por los geriátricos ajenos al “Vacunatorio VIP”

Salud anunció que hoy empezará a vacunar en 27 hogares en cuarentena.

PROTOCOLO. Los residentes se encuentran dentro de hogares-burbuja y no pueden salir por ninguna razón. LA GACETA/FOTO DE ANTONIO FERRONI PROTOCOLO. Los residentes se encuentran dentro de hogares-burbuja y no pueden salir por ninguna razón. LA GACETA/FOTO DE ANTONIO FERRONI

Las vacunación es un pedido a gritos de todos los geriátricos de Tucumán. Hace casi un año que los ancianos no asoman la nariz a la calle y que se privan de la única alegría que muchas veces les queda en este mundo, que es la de recibir la visita de un hijo. Ningún familiar puede visitarlos por el temor a introducir el virus que podría dejar un tendal de enfermos y muertos, como ocurrió en el Cottolengo Don Orione el año pasado. Mientras que en la Nación el “Vacunatorio VIP” emerge como la punta del iceberg de un sistema corroído por el acomodo, en Tucumán las autoridades buscan diferenciarse y van donde más se necesita la vacuna, que es en los geriátricos. Por ahí empezaron muchos países de Europa, no por los funcionarios.

La ministra de Salud tucumana, Rossana Chahla, fue reacia a referirse a la controversia que eyectó a Ginés González García: ratificó que rige “el criterio de riesgo” (ver por separado). Sí anunció que hoy se comenzará a vacunar en dos geriátricos de una lista de 27. Serán 844 adultos mayores los que recibirán la dosis entre entre este lunes y el viernes. A partir de la segunda dosis podrán volver a tomar contacto con el mundo, con sus afectos, y con los profesores alegran sus días en esa casa común donde viven, que no es la suya, pero es la que tienen.

“Se están muriendo de tristeza. Hace un año que su vida ya no es la misma, sin el profesor de gimnasia ni los kinesiólogos ni las visitas. Muchos han sufrido en estos meses un deterioro cognitivo importante, sobre todo los que tienen demencia senil”, explica la médica Mariela Colloca, de la Casa del Sol, que se enteró a última hora de ayer que empezarán a vacunar, a pesar de que todos los días preguntaba en el Ministerio.

Otro tema que le preocupaba a Colloca ya está resuelto: los acompañantes terapéuticos también serán vacunados junto con los residentes. La vacuna será aplicada a todo el personal de cada geriátrico. El sábado justamente llegaron a Tucumán 19.500 dosis de la vacuna Covishield, fabricadas en la India con la tecnología de Oxford/Astra Zeneca.“Ya iniciamos la vacunación al personal de los geriátricos. Hemos vacunado a 299 trabajadores de las 27 instituciones públicas, privadas y asociaciones civiles sin fines de lucro”, precisó Chahla.

Ya hay 35.716 inscriptos

El miércoles continuará la inmunización de los mayores de 70 años en toda la provincia. Entre hoy y mañana se realizará la distribución en los 13 nodos que faltaban, uno por cada jurisdicción cabecera. Se había comenzado a vacunar en seis nodos, y uno de ellos era el más grande, San Miguel de Tucumán. Los mayores de 70 años que quieran vacunarse pueden pedir un turno a la web especial para tal fin: vacunartuc.gob.ar. Ya se inscribieron 35.716 personas en Tucumán, contó la ministra.

2.000 vacunas por día

En Tucumán se vacuna un promedio de 2.000 personas por día, y se avanza en la medida en que llegan las dosis. En los geriátricos la administración de la vacuna se realizará en un móvil sanitario que recorrerá la provincia. Cada vacuna tiene dos dosis.

Indignación

“Con las 3.000 dosis que escondieron en Buenos Aires para darlas a funcionarios se podría haber vacunado y puesto las dos dosis a toda la población de los geriátricos de Tucumán”, reniega Jorge Rossi, propietario de tres residencias. “Me causa una gran indignación ver que a estas personas mayores las tienen abandonadas, encerradas, mientras se esconden 3.000 dosis”, protesta.

“Si bien el 100% de los residentes no tiene más de 70 años, supongo que van a vacunar a todos, porque muchos de ellos tienen otras enfermedades. En realidad, es una minoría, apenas el 15%, la que se puede autovaler”, dice.

Las comunidades de los geriátricos se cuidan como oro para que no entre el virus. “Tenemos el personal internado junto con los residentes, y los equipos se cambian cada 15 o 20 días. A los familiares sólo los ven detrás de un vidrio”, cuenta Rossi.

Atajando penales

En el Pequeño Cottolengo Don Orione, donde residen 75 personas con distintas discapacidades, “se atajan penales todos los días”, grafica Iván Silva, encargado de las Relaciones Institucionales del hogar. “Seguimos en el sistema de burbuja, por hogares. Los chicos no tienen contacto con el exterior. Gastamos una fortuna en equipos de protección para el personal porque no queremos contagios. Los tres hogares están separados unos de otros y no se cruzan, ni salen al parque. Tenemos un protocolo muy estricto”, señala Silvia, que no olvida el septiembre trágico 2020 que se llevó a decena de residentes del hogar por covid y otras enfermedades

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