Ya se trabaja en la Iglesia de San Francisco

La recuperación de la fachada será la primera etapa; luego se pasará al interior deteriorado.

ANDAMIOS COLOCADOS, OBREROS TRABAJANDO. Comenzaron los trabajos de recuperación de la fachada de la Iglesia de San Francisco. ANDAMIOS COLOCADOS, OBREROS TRABAJANDO. Comenzaron los trabajos de recuperación de la fachada de la Iglesia de San Francisco.
23 Febrero 2021

Paso poco más de dos años y medio, y de la desazón que se vivió el 21 de agosto de 2018 se pasó a la ilusión de este momento para la grey católica tucumana. Entonces, el municipio de San Miguel de Tucumán clausuró la Iglesia de San Francisco luego de que de su fachada se desprendiese parte de la mampostería y se detectaran graves daños en el edificio. Ahora, si bien el acceso al templo sigue cerrado al público, los andamios colocados en su frente y los obreros que comenzaron a trabajar en su recuperación, hacen augurar que el final del camino para su reapertura está cerca y será dichoso.

Esta iglesia no es una más de la provincia. Alberga buena parte de la historia local, como haber sido donde se ofició el primer Tedeum y testigo silenciosa de todos los acontecimientos que se vivieron en el microcentro de la capital.

Por este motivo, su acondicionamiento y vuelta a la vida religiosa era parte crucial en los cambios que el municipio diseñó y está ejecutando en la zona, con una serie de obras públicas que abarcan las calles 25 de Mayo al 200 y 300, San Martín al 700, los alrededores de plaza Independencia y 9 de Julio al 200.

El paquete de trabajos tiene una fecha de vencimiento: el objetivo oficial es que todo esté concluido para los festejos patrios del 9 de Julio. Con esa premisa es que las tareas se intensificarán; sólo en el templo en esta primera etapa (enfocada en resguardar molduras y reparar la fachada) van a trabajar unos 15 operarios por turno. Inmediatamente después se comenzará en el interior, con una cobertura especial del techo para evitar que cualquier desprendimiento de material afecte a personas.

La antiguedad del edificio religioso presenta un problema especial. Más allá de la falta de conservación que lo deterioró por años, carece de planos confiables de la estructura y de los servicios que se le fueron añadiendo. Por este motivo, todos los trabajos se encaran con un cuidado riguroso que minimice todo riesgo.

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