- Casa histórica

Dos observaciones sobre la carta “Casa Histórica” del lector Pablo Labal (15/03). Tiene razón al poner énfasis en la trascendencia continental de la Guerra de la Independencia hispanoamericana, de proyección universal agregaría yo, porque junto con la revolución de las colonias inglesas de América del orte y la revolución francesa (ambas de fines del siglo XVIII) sancionó ante la faz del mundo la primacía de la soberanía popular y de los principios republicanos de gobierno frente a las instituciones del Antiguo Régimen. En ese sentido, el acto de consagrar este proceso con la declaración del 9 de julio de 1816 que tuvo lugar en Tucumán no puede reducirse a un episodio de la vida local. No concuerdo con el señor Labal si su crítica pretende poner en duda el profesionalismo de Gabriel Miremont. Por experiencia personal puedo dar fe de su disposición para solicitar y aceptar ideas de investigadores y estudiosos en temas que exceden su especialidad. Me tocó coordinar a pedido de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán sendos equipos interdisciplinarios de asesores (integrados por historiadores, arquitectos, urbanistas, biólogos, expertos en historia del folclore y de la fotografía, etc., de la UNT y el Conicet) que elaboraron los guiones museológicos del Museo de la Industria Azucarera (Casa del Obispo Colombres) y de la Casa-Museo de la Ciudad (Casa Sucar). En ambas experiencias la complementación entre el conocimiento de los expertos y la creatividad y saberes museográficos de Miremont fueron excelentes. El nivel alcanzado por ambos museos es prueba suficiente de ello.

Daniel Campi


- Los árboles que faltan

Las lluvias de febrero disimulan la carencia de árboles en la ciudad, pero sabemos que su falta se hará notar en cuanto el sol no sea mitigado por el aporte de los árboles que faltan. Los árboles de alineado en las veredas de San Miguel de Tucumán proporcionan sombra y oxígeno, En esta ciudad que ve sus espacios cubiertos cada vez más por cemento, donde sus espacios verdes no son valorados, es de esperar que su utilidad sea reconsiderada aunque falte mucho para las elecciones. Ante el cambio climático, hay que enfocarse en las necesidades de los que tienen menos, que, en esta ocasión son los más. En el ecosistena humano de una urbe como San Miguel de Tucumán, necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. Ante las crisis de mantenimiento de espacios verdes, que se manifiesta en : - alto índice de árboles dañados o secos. -senderos y caminos en mal estado o ausentes. - juegos rotos con areneros sucios - Inseguros, con déficit de guardianes. - Con lagos contaminados. - Faltos de limpieza. No podemos solo contemplar con indiferencia esta desidia en la gestión pública. Estos espacios son un bien común de toda la sociedad. Patrimonio de la ciudad y de los ciudadanos.

René Carlos Roncedo


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