Lali Espósito intenta huir de sus captores en “Sky Rojo”

La nueva serie de los creadores de “La casa de papel” indaga en el mundo de la prostitución.

VÍCTIMAS QUE SE REBELAN. La española Verónica Sánchez, la argentina Lali Espósito y la cubana Yany Prado conforman un trío explosivo.  VÍCTIMAS QUE SE REBELAN. La española Verónica Sánchez, la argentina Lali Espósito y la cubana Yany Prado conforman un trío explosivo.

La popularidad que se ganó Lali Espósito en otros países gracias a las telenovelas para preadolescentes que hizo desde los 12 años, y después con la canción, la posicionó ahora como coprotagonista de su primer proyecto fílmico en España.

El estreno de hoy en Netflix de la serie “Sky Rojo” significa el regreso a la actuación de la artista argentina luego de varios años en que estuvo enfocada en lo musical. Y lo hace con una producción que ha generado enorme expectativa, porque es de Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los realizadores de “La casa de papel”; esta vez se enfocan en el mundo de la prostitución esclava.

Verónica Sánchez (“El embarcadero”) interpreta a Coral, que sufre la adicción a los ansiolíticos y es explotada sexualmente en el club nocturno Las Novias, ubicado en la isla de Tenerife y manejado por Romeo, el oscuro dueño del local interpretado por Asier Etxeandia (“Velvet”).

Allí conoce a Wendy (Lali Espósito), una joven proveniente de la Villa 31 en Buenos Aires, y a Gina (Yany Prado), que viajó desde su Cuba natal a Europa engañada con una promesa de trabajo. Las tres se unirán a raíz de un violento episodio en el que se defienden de un ataque de Romeo, quien queda gravemente herido. Las mujeres emprenden una frenética huida mientras son perseguidas por los secuaces del jefe del prostíbulo.

Pina comentó en una entrevista con la agencia Télam que la historia no se cuenta desde el género del drama social o de la denuncia, sino que eligieron algo más lúdico, con acción y comedia negra, para que los espectadores tengan “un vehículo de entretenimiento frenético y de vez en cuando darles torpedos en la conciencia”, afirmó. Además, optaron por dinamizar la narrativa mediante episodios cortos, de 25 minutos, acorde con la tendencia actual de facilitarle al público las maratones.

Acción frenética

En opinión de Lali, la serie tiene un tono similar al de las películas de Quentin Tarantino, donde el humor negro y la acción se suman a una estética llena de color y brillo.

Contó en una entrevista con un medio español, que la eligieron al ver su actuación en los Premios Platino. “Las directoras de casting me vieron en los Platino y dicen que les pasó algo energético. Mi música es pop, con mucho baile, mucha potencia visual, y pensaron que pegaba bien con el personaje de Wendy. Después estuve un montón de meses haciendo pruebas por video. Actuar con una computadora enfrente es lo peor que te puede suceder”, bromeó la actriz. También dijo que su personaje es “alguien que, por amor, por encontrar un futuro para ella y su novia, viaja a España a prostituirse. Sabe que va a trabajar de eso. Lo que no espera es que vaya a convertirse en una esclava sexual -contó al sitio 20minutos.es-, que le quiten el pasaporte y la tengan encerrada sin ningún tipo de capacidad de acción ni de elección. Es una tipa muy energética, con ganas de sortear barreras. Hay algo en su personalidad, ese humor y esa honestidad brutal, que tomé de gente que conozco”.

Espósito aclaró que ella también creció en un barrio humilde. “Siento empatía con lo que les pasa a muchas jóvenes en ese contexto, con la no salida laboral, el no estudio, la posibilidad de nada...”, lamentó.

Oscuro universo

Espósito destacó la valentía de los realizadores al indagar en un tema tan oscuro.

“Nadie habla de este universo, nunca, menos en el mainstream. Que gente tan talentosa y exitosa como Álex Pina y su equipo, que vienen de hacer un éxito como ‘La casa de papel’, tengan ganas de embarrarse con un tema así, me parece supervaliente. Esto no es un documental sobre la prostitución, es entretenimiento”, advirtió.

“Todos cometemos errores, todos nos arruinamos la vida y después la queremos rehacer -agregó-. Es la gran desidia y la gran maravilla de tomar decisiones, y eso hará que el público empatice con estas mujeres, sin tener ni idea de lo que es pasar por algo así, sin haber ido nunca a un puticlub. Qué lindo desafío poder meter a estos personajes de verdad en un contexto de fantasía visual y entretenimiento”.

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