El debate por la liberación de patentes agita a las farmacéuticas

El 75% de las vacunas para la covid-19 administradas hasta ahora han sido para en 10 países desarrollados, alerta la OMS.

22 Marzo 2021

“¿Por qué no se liberan las patentes para que puedan producirse de manera masiva y lleguen a todo el mundo?”, se pregunta la periodista María Elena Navas en un artículo para la BBC News. “Un enfrentamiento entre quienes apoyan los derechos de propiedad intelectual en los medicamentos y los que piden acceso a fármacos baratos para salvar vidas -dice-. Ya ocurrió en 1998 cuando África se vio azotada por la epidemia de VIH y varios gobiernos pidieron que se retiren las patentes de las farmacéuticas para obtener las medicinas que podían prevenir el Sida y evitar muertes. Los países ricos, donde están basadas las farmacéuticas que producían esos fármacos, se negaron”.

Así fue que los costosos medicamentos antirretrovirales -que desde 1996 estaban disponibles en los países desarrollados- tardaron 10 años en llegar a países pobres a un precio accesible.

Ahora está volviendo a ocurrir. Varios países de bajos y medianos ingresos están pidiendo a la Organización Mundial de Comercio (OMC) que establezca una exención de estos derechos para poder producir de forma accesible las vacunas de covid-19.

Los países ricos, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y naciones europeas, se oponen a la propuesta, presentada por Sudáfrica e India y apoyada por decenas de países en desarrollo. Dicen que las patentes son necesarias para incentivar la investigación y el desarrollo de medicamentos.

Lo cierto es que, hasta ahora, solamente unos cuantos países de altos ingresos parecen tener acceso a las inoculaciones.

La OMS dijo -a principios de febrero- que se administraron 200 millones de vacunas contra la covid-19.

El 75% de estas vacunas, se dieron en 10 países ricos. En otros 130 países, donde viven más de 2.500 millones de personas, no se ha recibido ni una sola vacuna.

Es por eso que se han presentado propuestas para que las farmacéuticas suspendan temporalmente las patentes de sus vacunas y compartan su conocimiento tecnológico para poder acabar con lo que los expertos llaman “apartheid de vacunas”. La pelota ahora está en su lado del campo de juego. (Especial)

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