La información es clave para evitar estafas con criptomonedas

“A mayor rentabilidad, mayor riesgo”, recuerda la economista Martínez Riekes. Para invertir hay que tener profundos conocimientos sobre los mercados, advierte.

08 Abril 2021

“El gran problema con este tipo de movidas es que prometen que cualquiera puede ser inversor y convertirse en trader, entonces cae gente ingenua que cree que con una inversión de U$S 500 va a poder vivir de renta. Prometen un rendimiento del 20%, pero lo cierto es que eso no se puede prometer porque sigue siendo una moneda volátil. Lo más curioso es que la gente se deja seducir pero no investiga nada, no tiene idea a quién le está dando su plata ni en qué estaría invirtiendo”, dice la economista Regina Martínez Riekes, pidiendo disculpas por “apagar el asado” de todos aquellos que están viendo en esto una oportunidad de negocio.

“Como en todo, hay gente seria y hay chantas y hay estafadores. Pero es importante decir que para meterse en el mundo de las inversiones hay que tener mucho conocimiento previo. Es mentira que se puede ser un trader en dos días. Eso no existe. Y menos aún con criptomonedas y blockchain que es todavía más complejo. En mi caso, que tengo estudios y experiencia en el mundo de las inversiones, las criptomonedas me siguen dando cachetazos”, advierte.

Riekes recuerda un principio de las finanzas: a mayor rentabilidad, mayor riesgo. Y eso es algo que no siempre se informa a las personas que se tientan con comenzar con las tecnofinanzas. “Hay mucha gente que cree, o quiere creer, que se puede ganar un montón de plata sin trabajar. ¿Se puede invertir U$S 500 y obtener utilidades? Claro que se puede, hay varias opciones. Pero de ahí, a vivir de esa inversión, es otra cosa. La única inversión con riesgo cero es en Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que a 10 años tiene una utilidad del 1,7% anual. Imaginate qué puede haber de cierto, o cuánto es el riesgo, de una inversión que promete el 20% mensual, en dólares. El problema es que la gente no investiga”, finaliza.

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