18 Abril 2021
En el transporte de colectivos, me convenzo que todo tiempo pasado fue mejor. ¿Por qué? Porque otrora el transporte era manejado por cooperativas que tenían vocación de servicio; ahora, el transporte público ha dejado de ser un servicio público, es una herramienta muy lejana en espíritu a los ideales de aquellos que empezaron el mismo como cooperativa. Cooperar, es por definición trabajar en equipo, significa unir las ideas propias, o la fuerza de trabajo, o la capacidad intelectual a las de otros, apoyarlos y compartirlo en pos de un beneficio común, como lo plantearon aquellos pioneros que en Rochdale establecieron como principios cooperativos: Libre adhesión y libre retiro de los socios. Control democrático por los mismos. Participación económica de los socios. Autonomía e independencia. Educación, capacitación e información. Cooperación entre las cooperativas. Interés por la comunidad. Este último principio no brilla entre los que en la práctica conducen Aetat y UTA. Por eso el transporte como servicio público, debe volver al Estado, el actual manejo que subsidia empresas privadas que no garantizan la paz social. En tanto son incapaces de pagar los sueldos y tampoco brindar un servicio adecuado en tiempos de normalidad, qué decir entonces en épocas de pandemia como las que vivimos.
René Carlos Roncedo
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