La japonesa Kane Tanaka, la mujer más anciana del mundo con sus 118 años de edad, renunció hoy a participar en los relevos de la antorcha olímpica de los Juegos de Tokio 2020 debido al incremento de los casos de Covid-19 en su país.
La familia de Tanaka confirmó la decisión de la mujer, que debía trasladar la llama olímpica en una silla de ruedas empujada por una de sus nietas el 11 de mayo en Shime, en la prefectura de Fukuoka, recordó la agencia italiana de noticias ANSA.
El incremento de los casos de Covid en esa región convenció a sus familiares de evitar el riesgo, explicó su bisnieto Junko Tanaka.
La anciana, además, tras el recorrido se hubiese tenido que aislar durante 14 días por precaución lejos del asilo en el que vive.
La noticia puso a salvo el récord de la brasileña Aida Mendes, quien en 2016 y con 107 años de vida (falleció en abril de 2020) transportó la antorcha olímpica rumbo a los Juegos de Río.