El piojo que derrotó a Napoleón en Rusia

Los efectos desastrosos de la invasión rusa en el Gran Ejército de Napoleón Bonaparte (Grande Armée) son bien conocidos. Menos conocidas son las razones de su derrota.

16 Mayo 2021

Un equipo de nvestigadores de la Universidad del Mediterráneo, Marsella, Francia, dirigidos por el doctor Didier Raoult, desenterraron una bolsa de 2 kilogramos de material que contenía fragmentos de huesos, restos de ropa y segmentos de piojos, del cuerpo de los soldados enterrados en una tumba masiva en Vilnius, la capital de Lituania.

El análisis del material demostró acabadamente que casi un tercio de los enterrados se vio afectado por infecciones originadas en los piojos, como el tifus, que en aqueella época tenía una altísima mortalidad.

Raoult y sus colegas estudiaron segmentos de piojos del cuerpo, así como la pulpa dental de los dientes de los soldados. La pulpa dental reveló el ADN de Rickettsia Prowazekii, el agente que causa el tifus epidémico, cuyo tamaño es entre una bacteria y un virus. Cuando los piojos se alimentan de un paciente con tifus durante el período febril de la enfermedad, e incluso después de unos días, una gran proporción de ellos se infecta y puede transmitir la enfermedad por la mordedura del piojo.

Si el ADN de tal patógeno se encuentra presente en los dientes, concluyó el equipo de investigadores de Raoult, es muy probable que ese organismo sea la causa de la muerte.

Equivocaciones de Napoleón

Napoleón marchó a Rusia en 1812 con más de 500.000 soldados, con lo que hasta entonces había sido el ejército más grande de Europa. El ejército ruso numeró unos 200.000 soldados. Napoleón ignoró el consejo de sus comandantes de estar bien preparado para el invierno ruso. Napoleón les dijo que el invierno ruso no podía ser peor que el invierno francés, al que ya estaban acostumbrados sus soldados. Sus comandantes también le aconsejaron que realizara la operación militar a fines de la primavera, donde no habría necesidad de preparaciones especiales. Napoleón les dijo que la gloria de Francia no podía esperar tanto tiempo.

Los problemas para el ejército francés comenzaron después de pasar Alemania y llegar a Polonia, donde el cirujano general de Polonia le informó que había focos endémicos de tifus en todo el país, y la enfermedad estaba a pleno entre los campesinos del país. Sus soldados estaban estrictamente prohibidos fraternizar con los campesinos polacos, arriesgando ser castigados con la pena de muerte. Sus órdenes fueron ignoradas. Los soldados hicieron frecuentes incursiones a casas polacas buscando comida y trajeron tifus con ellos a los campamentos. Decenas de miles de soldados murieron como resultado. A pesar de todos estos obstáculos, el ejército francés marchó hacia adelante, el objetivo final siendo Moscú.

La marcha hacia Moscú

Una decisión que resultó ser particularmente costosa era continuar la marcha hacia Moscú a pesar de la tremenda pérdida de vidas que ya habían experimentado y los pedidos desesperados de sus propios generales para detener la invasión. Sin desanimarse, Napoleón respondió a sus generales: “El peligro nos empuja a Moscú. La suerte está echada. La victoria lo justificará y nos salvará “.

Los comandantes rusos pensaron que los problemas del ejército francés en Polonia serían aún peores en Rusia, y decidieron no confrontar frontalmente a los franceses en la batalla, sino de atacarlos en sus flancos y atraerlos al territorio ruso, donde sus suministros tendrían dificultades para alcanzarlos. Además, el implacable invierno ruso podría concluir lo que había comenzado la epidemia de tifus.

A pesar de todas las pérdidas a lo largo de su marcha a través de Europa del Este, el ejército francés capturó Moscú el 14 de septiembre de 1812 con solo 90,000 soldados de una fuerza inicial de más de 500.000. Conquistar Moscú demostró ser una victoria pírrica, ya que la mayoría de los ciudadanos de la capital ya habían abandonado la ciudad y le habían prendido fuego. Casi no había comida, ni refugio, y tifus se trasmitía furiosamente entre los soldados. Napoleón esperó casis cinco semanas, esperando una oferta de paz que nunca llegó. La única opción era la retirada. El 14 de diciembre de 1812, el Grande Armée dejó Rusia, en lo que se conocía como la Guerra Patriótica de 1812.

Triste final del hermoso sueño

Hasta hace poco, se había asumido que el ejército de Rusia y su brutal invierno eran las principales causas de las muertes de los soldados franceses. Esta idea había sido acompañada por el informe de Napoleón al Senado el 20 de diciembre de 1812: “Mi ejército ha tenido algunas pérdidas, pero esto se debió al rigor prematuro de la temporada”. Así trató de desviar la crítica a sus malas decisiones durante la campaña.

El ejército en retirada de Napoleón alcanzó Vilnius, Lituania, (que Napoleón había llamado “la Jerusalén del Norte” debido a sus tradiciones judías). Solo quedaban 7.000 soldados y 20,000 rezagados. Desde allí continuó su retiro, dejando a los enfermos y heridos en Vilnius. Los que murieron allí fueron enterrados en tumbas masivas. El gran ejército de Napoleón fue destruido durante la invasión de Rusia. De las más de 400,000 muertes militares en el ejército francés, 220,000 probablemente pueden atribuirse al tifus. Un gran sueño se había convertido en una gran pesadilla.

Aunque los historiadores sospechaban que la enfermedad había desempeñado un papel importante en el fracaso de la invasión a Rusia, la investigación de Raoult y sus colegas proporcionaron la primera evidencia sólida en apoyo de esta creencia. La confirmación de un equipo de investigadores médicos que el tifus transmitido por los piojos fue una de las razones principales para la derrota de Napoleón, muestra el valor de la investigación genética para ayudar a reinterpretar la historia. Que el ejército más poderoso de Europa fuera derrotado por un humilde microbio debe ser causa de reflexión aleccionar en estos tiempos, donde la pandemia del coronavirus se cierne ominosa sobre la humanidad.

© LA GACETA

César Chelala – Médico, periodista y escritor.

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