Como se aplazan los comicios por la covid, piden la boleta única por la salud de la democracia

Luego de que se acordara postergar un mes las PASO y las generales, opositores nacionales de diferentes partidos pidieron eliminar las listas sábanas. En la Justicia Electoral Nacional de Tucumán sostienen que la papeleta única sólo traería beneficios para los electores y para el sistema.

MODELO PARA MARCAR. Con el sistema de boleta única la oferta electoral de todos los partidos figura en una sola papeleta. Es el presidente de mesa el que se la entrega al ciudadano cuando este presenta su DNI. Luego, en el cuarto oscuro, el elector sólo marca con una “X” su preferencia. MODELO PARA MARCAR. Con el sistema de boleta única la oferta electoral de todos los partidos figura en una sola papeleta. Es el presidente de mesa el que se la entrega al ciudadano cuando este presenta su DNI. Luego, en el cuarto oscuro, el elector sólo marca con una “X” su preferencia.

La semana pasada, el oficialismo nacional acordó en la Cámara de Diputados con los jefes del interbloque de Juntos por el Cambio (la UCR, el PRO y la Coalición Cívica) posponer la celebración de las PASO para septiembre; y las elecciones generales para noviembre. ¿El motivo? La situación de emergencia sanitaria detonada por la pandemia de coronavirus.

Esta semana, referentes nacionales de la oposición, de las más diferentes extracciones partidarias, hicieron pública una carta en la cual reclamaron a la Nación que esas votaciones ya no se realicen mediante las listas sábanas, sino a través del sistema de boleta única. Resulta, sin embargo, que ellos no son los primeros en plantear semejante demanda. “La Cámara Nacional viene pidiendo exactamente eso desde hace años”, subraya Rogelio Rodríguez del Busto, secretario de la Justicia Nacional Electoral en Tucumán.

¿Qué es la boleta única? Una papeleta única donde figura la oferta electoral de todos los partidos que participan de una elección. Para el hipotético caso de que se aplicase en Tucumán, en la mitad superior irían los candidatos a senadores de cada una de las agrupaciones; y en la mitad inferior, los postulantes a diputados nacionales. Cada lista lleva un recuadro en blanco para que el elector marque allí, con una lapicera, qué nomina vota para la Cámara Alta y qué nomina escoge para la Cámara Baja. Y listo.

El cuarto oscuro, entonces, pasa a ser un recinto donde el elector marca con una “X” su decisión. Porque la boleta única ya no está ahí. Cuando el votante llega a la mesa, entrega el DNI y el presidente de mesa le entrega la papeleta. Es decir, en cada mesa de votación hay solo una papeleta por cada elector que figura en el padrón. Ni una más. Ni una menos.

Viejas mañas

“El sistema de boleta única sólo tiene beneficios”, recalca Rodríguez del Busto.

No sólo simplifica el proceso de votación, sino que lo transparenta. O como sintetiza el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero (el único tucumano que aparece entre los que refrendan la misiva): “la boleta única liquida el ‘voto cadena’, conspira contra la movilización de votantes durante el día de los comicios y termina con las mañas como el robo de boletas en el cuarto oscuro. En definitiva, relativiza el aparato”. (Se informa por separado)

Rodríguez del Busto puntualiza, además, que el mecanismo abarata los costos que debe afrontar el Estado para cada elección. “Hoy, el Ministerio del Interior le paga a cada partido político que participa de las elecciones el importe para imprimir la cantidad de votos equivalente al padrón de votantes. En Tucumán eso equivale a 1,1 millón de boletas por cada agrupación, para que quede garantizado que contarán con votos para el día de la votación. Con la boleta única, en cambio, sólo se imprimiría 1,1 millón de papeletas de una vez. Y se las distribuye de acuerdo con la cantidad de electores asignados a cada mesa. Es el presidente de mesa el que se la entrega al ciudadano que va a votar, así que es imposible que vayan a faltar papeletas”, describió.

Dado que -como su nombre lo indica- hay una boleta única, el elector no tiene que ir a buscarla a una sede partidaria, ni pedir que se la lleven a su casa, ni rogar con encontrarla en el cuarto oscuro. Podrá consultarla “online” las veces que quiera, meditar su decisión y, luego, acudir al lugar de votación, recibir la papeleta física del presidente de su mesa y marcar su voluntad en el cuarto oscuro.

¿Hay tiempo para instrumentar el mecanismo?, le consulta LA GACETA al secretario electoral. “Por supuesto, sobre todo ahora que se aplazan los comicios por un mes. Esa postergación es muy importante, porque permitirá que más gente esté vacunada. De igual manera, tan importante como eso es la boleta única”, sentenció.

Nuevos destinos

Mientras que la boleta única se inscribe en el plano de los anhelos institucionales, para Rodríguez del Busto la realidad más candente es la de conseguir más centros de votación, para cumplir con los protocolos de distanciamiento dada la pandemia.

La variable no pasa por la cantidad de electores por mesa, ya que -puntualiza- de acuerdo con el Código Electoral Nacional no puede haber más de 350 electores por mesa. “Y en Tucumán ni siquiera llegamos a eso. Siempre hay unos 330 por mesa de votación, en promedio”, describe.

El asunto es que los establecimientos donde se vote sean lo suficientemente amplios para conjurar aglomeraciones. “Estoy haciendo un relevamiento edificio por edificio. En la Escuela Sarmiento o en el Colegio Sagrado Corazón hay patios enormes, que permiten mantener el número de mesas habituales Pero en la José Mármol, no”, ejemplifica.

Por eso, Rodríguez del Busto ya cuenta con 24 nuevos centros de votación. Son fundamentalmente clubes. “Por ejemplo, Villa Amalia y Sportivo Guzmán”, precisa.

Toda una metáfora acerca de cómo la democracia se ejercita con cada elección.

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