Alberto, Manzur y Alfaro, ¿en la plaza?

Alberto, Manzur y Alfaro, ¿en la plaza?

Bar, peatonal, modo take-away; un par de observadores políticos de café analizan episodios de los últimos días. Charla de largos minutos, especulativa, básica y hasta delirante, como para no perder la vieja costumbre del amistoso pocillo de los sábados, y con LA GACETA impresa de testigo, como siempre.

- Te fijaste que varios redescubrieron que la mejor ficha política en años electorales es apostar a la gestión, mostrar que la hay, casi de manual para resaltar que se actúa por los que padecen las consecuencias de la pandemia y los efectos de las acciones gubernamentales, equivocadas o no, para atenuar el drama social. Como decía un ex gobernador la mejor política es la gestión. Y recibía a raudales dinero y obras de la Nación.

- Lo decís por la sorpresa que causó el anuncio de Alfaro de asistir a los gastronómicos con subsidios de hasta 150 lucas y por la rápida y sospechosa reacción de Manzur a las pocas horas para salir en auxilio de  los empleados gastronómicos y mercantiles con una inversión de $ 60 palos. Algo tenían que hacer, están viendo nubarrones. El malestar social es inconveniente en épocas de votación, y el voto castigo siempre muestra culpables. No pueden mirar para otro lado, tienen que jugarse.

- También lo digo por las movidas de Jaldo al otro día, el jueves, mostrando que la Legislatura acompaña al Ejecutivo con la propuesta de comprar vacunas. No quiso quedarse atrás en eso de ‘yo también gestiono’. Todos van a tener que agudizar el ingenio en la crisis, intendentes y funcionarios.

- Es que nadie puede ser menos que nadie, ni parecerlo. Máxime ahora que los políticos que gobiernan están en la mira, devaluados, y deben demostrar que no están ausentes, sino sensibilizados y dispuestos a responder a los que claman auxilio para no caerse de la lona. Y ser creíbles. Está bien que faltan varias semanas para definir alianzas, sociedades políticas y candidaturas, pero la elección ya les mete presión para a sus gestiones, deben defenderlas en las urnas. Pierden ahora y no ganan en el 23.

- Cierto, el “pícaro” picó en punta con un gesto cargado de intencionalidad: fue a la sede de la FET a hacer el anuncio de ayuda, una manera de decir ‘voy a donde me necesitan’; y de paso le hizo un guiño a esa clase media que viene sosteniendo a la oposición en las urnas y cuestionando en la calle la gestión del PJ. Cuando dijo que los tucumanos no están preparados para otro confinamiento a partir de mañana le habló al electorado que necesita como en 2015 y 2019. Y a sus rivales internos les avisa que va a pelear por ese espacio, y les dice cómo.

- Frene ahí un segundo, la nota de color la puso su esposa, la diputada Beatriz Ávila. En “Paren las Rotativas” del Panorama Tucumano armó una tapa del diario titulando a seis columnas: “Manzur imita la ayuda de Alfaro a los gastronómicos”. Más que recordar sus viejos tiempos de periodista chicaneó y despejó cualquier duda sobre que su marido aspira a contener a ese sector de la sociedad disconforme con el peronismo. No en balde aludió a la desobediencia social por el confinamiento de Fernández. ¡Los descontentos conmigo!, más claro...

- Ese matrimonio se mueve como un tándem político, sin duda. Distinto al otro matrimonio político, en trámite de divorcio. Que el gobernador saliera por la tarde a anunciar el otorgamiento de una ayuda a un sector castigado quedó como una jugada armada a las apuradas, forzada por la circunstancias, aunque bien pensada, para disimular que Alfaro no les marca la agenda. Una forma similar de decir que también hay gestión en el PE, pero más que nada para no dejar la iniciativa política en manos del intendente. De cualquier forma es llamativa esa jugada a dos puntas. Por ahí escuché hasta que la habían acordado.

- Dicen que el asombro es de tontos. Tienen que hacer su parte, sobre sus figuras se desahogará el electorado. Detalle, de paso pusieron en evidencia a los que no tienen este tipo de responsabilidad y que solo aportan críticas o bien que sólo se candidatean. Intuyo que la movida de Alfaro tuvo como destinatarios indirectos a los radicales que se han distanciado de él. Fíjese que no sólo puso a su lado a su candidata a senadora por el PJS sino que, paralelamente, demostró que puede conseguir recursos, por lo menos para ayudar a un sector social en complicaciones, y justo en un año electoral. Advierta: mostró candidata, recursos, gestión y territorio. Es lo mismo que decir ‘muchachos los espero’.

- Manzur también apuntó de paso a su frente interno, al margen de no querer quedarse atrás y desairado por la movida de Alfaro. Así como al vicegobernador se lo ve distribuyendo recursos de la Cámara en el interior, el mandatario no quiso ser menos, especialmente en estas horas de crisis en el frente sanitario y con un malhumor social en alza: ya sabe que será a él a quien castigarán en las urnas, no al tranqueño. Además, un detalle puso en evidencia que se miró a la interna cuando alguien del PE señaló que “a instancias” del bloque Lealtad Peronista -o sea de los manzuristas, no de los jaldistas- el titular del PE resolvió conceder esta ayuda a los mozos y a los mercantiles. Y son quince mil ciudadanos que van a ir a votar. Lo mismo que aquellos a los que tendió una mano el intendente.

- Usted vio que el jaldismo recogió el guante al presentar un proyecto para autorizar al Ejecutivo a la compra de vacunas. Más que una colaboración  pareció una jugada destinada a exponer al oficialismo. Algo así como “te damos herramientas, hacete cargo”, y ponerlo en un brete; más allá de que existiera el ejemplo de Gerardo Morales y de Catamarca, donde el gobernador Jalil agradeció al Poder Legislativo el proyecto para adquirir vacunas.

- A mí me llamó la atención la reacción de Manzur sobre esa propuesta; el tiempo dirá si fue un gesto político destinado a apaciguar los ánimos en el justicialismo, o para instar a los suyos a que mediten las acciones a futuro. Y no profundicen la grieta en el oficialismo. Dijo: “valoro el gesto (del jaldismo), va en la dirección de ayudar”. No aparecieron las palabras traición o desestabilización.

- Sobre el pucho Jaldo convocó a Labor Parlamentaria para sesionar el 3 de junio con la excusa de tratar proyectos de asistencias a sectores perjudicados por la pandemia y contener al personal sanitario contratado. Y para cerrar el capítulo Lichtmajer. Y haría aprobar la autorización para que la Provincia compre un millón de vacunas. Revela que no quiere quedarse atrás en esto de que también hay gestión para atender la crisis desde la Cámara. De alguna forma insiste conque alguna vez puede estar al frente del Ejecutivo. Le pone fichas.

- Los que gestionan actuaron, escenificaron o se acomodaron de cara a las votaciones. Como lo dijo  ‘gestionar es una forma de hacer política’, y ahora deben revalidar títulos y abrirse camino para el 23. La pandemia les puso una presión extra a todos y les exige acción, no pueden quedarse de brazos cruzados porque el virus los puede borrar del mapa político. Una muerte por culpa de que no haya camas en terapia será suficiente para que todo estalle, no sólo en lo político, sino en lo social. Y no parece lejano. Nadie querrá cargar con esa culpa, menos que lo acusen por ello. Ya hay gente presta a señalar.

- Ojalá que no suceda porque puede reaparecer el viejo que se vayan todos para aquellos que no actuaron bien desde la gestión sin dar el ejemplo y para los que fogonearon marchas y concentraciones que, tal vez, hayan contribuido a tensionar el sistema de salud. Por eso de las mezquindades electorales para agrietar. Agrietudos. Vergonzoso, todos deberían saber que con la vida no se juega.

- Sin duda, vacunas ya y cuidarse; las únicas formas de combatir al bicho de China. La responsabilidad debe ser compartida entre dirigentes y dirigidos. Pero amigo, desgraciadamente estamos en un año electoral y por más que digan y juren que no piensan en candidaturas y en los resultados, ya hacen cálculos sobre qué los perjudica menos, o qué los beneficia más. Vió que hasta la virtualidad o la presencialidad en las escuelas cayó en la grieta, no el debate sobre la forma que más ayudaría a la educación de alumnos y estudiantes; vale sólo la pelea por diferenciarse. ¿Agrietudos dijo?

- Sí, los agrietudos son los cobardes de la política, son los que apuestan a lo más fácil: dividir, es su negocio redituable. Tienen pánico de contradecir a los propios más fanatizados que no quieren saber nada del enemigo. Dividen para que los aplaudan, tienen miedo de saltar las verjas como Balbín y buscar al adversario político para pactar. Levantan el diálogo como bandera, pero no les interesa; prefieren agrietar, calmar a sus manadas, que no se les espanten con las locas ideas de sentarse con el contrincante para consensuar: no hay que ceder un ápice.

- ¿Quién ganará? Supuestamente se votaría con más gente vacunada, pero con el virus dando vuelta. ¿Cuál relato se impondrá?, ¿a quién le creerá más el ciudadano?, o ¿qué sopesará cuando deba manifestar su opinión o reflexión en la urna? Si esa mayoría de casi el 45% de pobres tuviera un candidato seguro arrasa fácil. ¿Y la clase media? ¿A quién le dará un crédito tapándose las narices?, porque estará obligada a elegir los agrietudos.

- Recordá que la economía sacó de la cancha a Macri en las PASO de 2019. Hoy la mayoría de los índices sociales están peor, pandemia de por medio, claro, con lo que la oposición debería estar festejando su probable suerte para arrasar en las legislativas. Sólo deberían armarse bien y esperar.

- Ya escuchó a algunos optimistas referentes de Juntos por el Cambio; hablan del temor a la derrota que tiene el Gobierno. Tratan de imponer ese relato, o cantan victoria antes de tiempo. ¿Quién será el opositor que concentre y represente ese descontento? Carrió dijo que ahora no apoyaría a Macri, el paloma Larreta compite con la halcona Bullrich, los sumisos radicales no terminan de asomar para disputarle el liderazgo al PRO. Sólo Morales se les anima. Mucho antioficialismo disperso. Mucha batalla discursiva, mucha descalificación fácil.

- En Tucumán igual. En la fragmentación todos son funcionales a Manzur. Debe desvelarlos cómo representar mejor a la verdadera oposición al Gobierno. La fórmula más sencilla sería juntarse entre todos. Mucha agua y aceite allí. Imposible, porque alguien tendría que ceder. De mínima habrá tres grupos. O dos. En cualquiera de ellos, seguro, estará el PJS. Esperemos el título que dará Bussi esta semana, para bien o para mal de algunos radicales.

- Por el lado del oficialismo, ¿te imaginás un 9 de Julio con Alberto, Manzur y Jaldo en la Casa de Gobierno? O en la Casa Histórica cerrando las listas del oficialismo, justo días antes del fin del plazo para presentar a los candidatos. Bueno, allí no...

- No. Pero en cambio sí me imagino la inauguración de la plaza Independencia ese día patrio con el Presidente, el gobernador y el intendente juntos. Todos peronistas ellos. Eso sería para un cuadro.

- Ja, ja, bien, el próximo café, aunque en un termo, será el 9 de julio y en la plaza Independencia.

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