“Space Jam 2: una nueva era” reúne a Bugs Bunny con LeBron James

Una fusión entre animación y actuación con el deporte como excusa. Llega la quinta “La purga”.

DOS ESTRELLAS. LeBron James brilla en Los Ángeles Lakers y Bugs Bunny, en la pantalla. Ambos protagonizan “Space Jam”, a 25 años de la original. DOS ESTRELLAS. LeBron James brilla en Los Ángeles Lakers y Bugs Bunny, en la pantalla. Ambos protagonizan “Space Jam”, a 25 años de la original.

Por costumbre, los estrenos de cine en la Argentina son los jueves y en Estados Unidos, los viernes. Eso posibilitará que hoy se conozca en el país “Space Jam 2: una nueva era”, la esperada secuela de la película de 1996, que fusionó como ninguna otra el deporte de estrellas del básquet (y actores de carne y hueso) con la animación, un día antes que en su país de origen.

Mucho tiempo y muchas historias transcurrieron en pantalla en este tiempo, aunque la base de la trama sea la misma. Guiño evidente de Hollywood para que padres nostálgicos lleven a sus hijos (o abuelos a sus nietos) al cine, la apuesta es uno de los tanques familiares del año, pero con el riesgo de que la crítica (y las comparaciones) sean despiadadas.

La película de los Estudios Warner y protagonizada por LeBron James (también es el productor junto a Ryan Coogler, quien a su vez es el coautor del guión con Sev Ohanian), Cedric Joe, Don Cheadle y Sonequa Martin-Green y muchos deportistas invitados en cameos. Pero ellos no serían nada sin los personajes de Looney Tunes: Bugs Bunny, Lola Bunny, Silvestre, el Gallo Claudio, Speedy Gonzáles, el Correcaminos y el Coyote, entre un otros muy amplio, le aportan su humor distintivo a la propuesta.

La aventura comienza cuando la figura de Los Ángeles Lakers (hace 25 años la estrella elegida fue Michael Jordan, que ahora podría aparecer dibujado) y su hijo Dom -en la ficción- visitan Warner pero son atrapados en una realidad virtual por el algoritmo malvado Al-G Ritmo. Secuestra al joven y desafía al padre en la cancha para recuperarlo. Será mucho más que un juego, porque servirá para redefinir la relación familiar.

Adecuada a este presente y atravesada por lo políticamente correcto, la conejita Lola fue rediseñada sacándole toda su voluptuosidad y adecuando su figura al público infantil (en inglés, el doblaje está a cargo de Zendaya). Que no tenga senos en la actual versión fue motivo de polémica cuando surgió el primer adelanto del filme. “Hay gente que no quiere que las cosas cambien, pero necesitábamos algo de evolución con ella, para hacerla fuerte y femenina. Hay mujeres que decían: ‘Puedes ser fuerte y tener pechos grandes’. Claro que sí, pero estamos hablando de un personaje de dibujos animados, no de mujeres“, remarcó el director, al responder a los enojos multiplicados en internet.

De la segunda parte comenzó a hablarse al año siguiente de estrenarse la original, pero demoró un cuarto de siglo. Entretanto, la idea le abrió camino a otras producciones con la misma mezcla de actuación y animación, aunque son suerte y calidad dispar. La concreción de la secuela tuvo innumerables contratiempos, incluso con cambio de director (antes que Lee estuvieron -en una etapa de preproducción- Justin Lin y -ya en el inicio del rodaje- Terence Nance, quien renunció por diferencias de enfoque) y supresión de escenas y hasta de personajes: en el corte final no aparece el zorrillo Pepe Le Pew, fustigado como acosador sexual y violador por activistas del feminismo.

Nueva entrega

No será la única saga que tiene una continuidad en pantalla grande hoy. En las salas tucumanas se estrenará también la quinta parte de “La purga”, que se completa con “Por siempre”, lo cual deja poco espacio a la imaginación. Y si queda algún resquicio de duda, el subtítulo es “Las reglas se han roto”.

En la película inicial, los ciudadanos de Estados Unidos tenían un permiso oficial de 12 horas una vez al año para cometer cualquier tipo de crimen sin riesgo de responder ante la Justicia por sus tropelías. Así se sucedían los asesinatos más aberrantes con la impunidad oficializada desde el poder, como forma de exorcizar la violencia retenida. En los restantes filmes que se estrenaron como derivación (sea precuelas o secuelas), el argumento no cambió en lo esencial, más allá de algunos giros y la consolidada presencia de los malos y de los buenos.

La nueva película es dirigida por Everardo Gout, con Ana de la Reguera y Tenoch Huerta como protagonistas. Ellos son Adela y Juan, inmigrantes que trabajan en un rancho en Texas de la poderosa familia Tucker. La mañana siguiente a la Purga, hay todavía asesinos sedientos de sangre decididos a sumir a EEUU en el caos y el descontrol. Cuando atacan a los Tucker, estos se deben unir a sus empleados para sobrevivir, superando sus sentimientos racistas.

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