Decidirán después de la feria la nulidad pedida por Cristina

La vicepresidenta rechazó la acusación del encubrimiento del atentado de la AMIA. Apuntó contra el ex presidente Macri.

VIDEOCONFERENCIA. Miles de militantes ingresaron al “zoom” para seguir la defensa de Cristina Fernández de la acusación de la Justicia Federal. captura de video VIDEOCONFERENCIA. Miles de militantes ingresaron al “zoom” para seguir la defensa de Cristina Fernández de la acusación de la Justicia Federal. captura de video

Poco más de una hora y una parva de apuntes necesitó la vicepresidenta, Cristina Fernández, para rechazar la acusación de encubrimiento del atentado a la AMIA. La máxima referente política del kirchnerismo reclamó el cierre del expediente, iniciado por el fiscal Alberto Nisman (su muerte nunca se esclareció), por parcialidad manifiesta. “Esta causa es un disparate”, se defendió la ex presidenta entre 2011 y 2015.

Fernández declaró en la causa por el Memorándum de entendimiento con Irán, a 27 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Comenzó su exposición haciendo un repaso por la historia de cada uno de los acusados al momento del atentado a la mutual judía; expuso -a su juicio- las irregularidades de las distintas etapas de la causa y denunció un andamiaje político y económico que busca perjudicarla. La ex mandataria está acusada de encubrir a los sospechosos del ataque a la asociación judía, ocurrido el 18 de julio de 1994.

La nulidad de la causa del memorándum con Irán es un planteo que hicieron los acusados luego de que se denunciara que dos de los jueces de la Cámara de Casación que intervinieron en el caso, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, visitaron a Mauricio Macri en la quinta presidencial de Olivos y en la Casa Rosada cuando este era presidente.

“Hornos y Borinsky se habían excusado en todos los expedientes sobre AMIA. Y acá no. Acá no podían excusarse. Acá estaba Cristina. Había que ir contra ella”, afirmó la vicepresidenta sobre los jueces que intervenían en la causa mientras mantenían encuentros con Macri. “Acá jugaba al tenis y después se iba a comer con Mauricio Macri. ¿Alguien piensa que ese juez puede ser imparcial contra Cristina Fernández?”, agregó sobre uno de los magistrados.

Recordó que el ex presidente felicitó públicamente a los dos magistrados por haber reabierto la causa, y la calificó como una “cacería”.

Frente a la jueza María Gabriela López Íñiguez y los jueces Daniel Obligado y Juan Michilini, por la aplicación Zoom de videoconferencia, la vicepresidenta hizo un raconto de los instrumentos de persecución judicial que, afirmó, se pusieron en marcha desde el Estado a partir del 10 de diciembre de 2015, cuando asumió el gobierno de Cambiemos.

“Se naturalizó en la Argentina que existiera una mesa judicial (durante el macrismo). Desde ahí salían las órdenes para el Poder Judicial. Ellos decidían a quién había que meter preso”, manifestó Fernández. Expuso que hubo “una clara orientación de tomar el control del Poder Ejecutivo al Poder Judicial para usarlo como instrumento de persecución contra sus opositores políticos”. En este sentido, recordó que Fabián Pepín Rodríguez Simón está prófugo en Uruguay y fue quien recomendó a Macri designar jueces por decreto.

“La Justicia se utilizó para perseguir a los opositores”, consideró Fernández, y apuntó que esa mesa estaba encabezada por Marcos Peña, ex jefe de Gabinete de Macri. “Todo está armado para denostarnos a nosotros y que el pueblo argentino pueda entregarse débilmente a lo que siempre hicieron desde afuera”, agregó, apuntando contra los Fondos Buitre y a su vinculación con la investigación judicial en su contra.

En otro pasaje de la audiencia, Cristina hizo referencia a la causa AMIA, cuyo atentado ocurrió hace 27 años. “Estamos acá sentados acusados de encubrir el atentado 27 años después. Me cuesta creer que a 27 años de la tragedia de la AMIA estemos discutiendo esto que es el montaje de una mentira para ganar elecciones y entretener a la gente”, dijo, y recordó que el ataque aun está impune. “Uno de los problemas de la impunidad fue este manejo político que se le dio a la causa. Andrés Larroque tenía 17 años cuando ocurrió el atentado. Juan Martín Mena, 15 años. Debería estar cursando tercer año de algún colegio de Mar del Plata. Oscar Parrilli por ahí hasta tenía pelo”, ironizó mientras nombraba a otros imputados de la causa. “A Héctor Timmerman no lo tengo presente para preguntarle dónde estaba, recordando que el ex Canciller fallecido ejercía como periodista.

La audiencia se retomará con las alocuciones del resto de las partes el 4 de agosto, tras la feria judicial.

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