20 Julio 2021
Al igual que miles de personas, Verónica Llinás espera el turno para la segunda dosis de la Sputnik V. Tiene 60 años, trabaja en teatro y sintió una enorme felicidad cuando le llegó el mensaje para ser inmunizada con la primera vacuna. El alivio le duró poco, ya que se cumplieron los tres meses y no tiene ninguna novedad.
“Me alegré cuando me pusieron la Sputnik porque se decía que era una de las más eficientes. Hoy, con los tres meses ya cumplidos y ni asomo de la segunda dosis, sabiendo que con esta vacuna sos ciudadano de segunda en el mundo, la alegría se me fue a la remierda.”, expresó en sus redes sociales.
Quienes la siguen tuvieron opiniones muy variadas sobre su mensaje. La gran mayoría la apoyó y compartió su indignación ante la falta de los sueros rusos. “Me pasa parecido. Di largas explicaciones de todas las patologías preexistentes y niveles de riesgo para contar por qué tenía turno y feliz con la Sputnik. Ojalá vengan pronto”, “Gente con más de tres meses de retraso de segundas dosis, gente que se contagia y debe ser hospitalizada y muere, muchos con una dosis somos muy pasivos en aceptar que está bien”, fueron algunos de los comentarios que le dejaron.
La actriz volvió hace poco al teatro junto a Soledad Silveyra. Ambas hacen Locas de remate en el Teatro Astral. La decisión de pisar nuevamente las tablas no fue fácil. Primero porque el libreto le parecía disparatado, según le contó a Télam. Y también tenían que adaptarse a la nueva normalidad y correr el riesgo de contagiarse de coronavirus.
“Lo mejor de volver al teatro es conectar con la fantasía, con el pensamiento, salir un rato de la realidad, que es muy agobiante y, en el caso de esta obra, conectarse con la realidad pero desde otro lugar porque las relaciones intrafamiliares, la locura, también es eso”, remarcó en la entrevista.
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