Segundas dosis en Tucumán: ¿Cuándo debo acudir a los nodos de vacunación?

El Siprosa recomienda que quienes recibieron la primera inoculación de Sinopharm o de AstraZeneca hace más de 30 días completen el esquema.

VACUNADOS. VACUNADOS. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
21 Julio 2021

La mayoría de las vacunas contra la covid-19 aprobadas y colocadas en todo el mundo se administran en dos dosis (la única excepción es la del laboratorio Janssen, que es monodosis). Esto ha generado cierta confusión en Tucumán, debido a que la fecha para la segunda aplicación que figura en el carnet de vacunación a veces no se condice con la información sobre los intervalos dada a conocer por el Gobierno nacional. Ante esto, ¿cuándo me corresponde? ¿Con cuál fecha me quedo?

Para empezar, en cada carnet figura "desde cuándo" se puede pasar por el vacunatorio a colocarse una segunda inyección. "Los intervalos recomendados en todas las vacunas son mínimos, no máximos", explica la infectóloga Aída Torres, directora médica del Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación de Tucumán (Ceivac). "No hay un plazo de caducidad para la primera dosis, pero debe completarse el esquema. Solo las dos dosis garantizan la inmunidad ante las nuevas variantes, especialmente delta", añade.

A su turno, el infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y miembro del comité de especialistas que asesora al presidente Alberto Fernández, agrega que en un mes, a lo sumo, delta tendrá circulación comunitaria en la Argentina. "Con una sola dosis, ninguna vacuna contra esta variante logra situarse por encima de entre el 30% y el 50% de inmunidad. No hay compromiso de eficacia", especifica a este diario. Por ello, asegura que en ningún caso se debe renunciar a la segunda dosis.

Actualmente, todos los esquemas de vacunación que son administrados en más de una dosis deben respetar un intervalo mínimo de tiempo entre la primera y la segunda dosis para producir inmunidad. Estos lapsos son establecidos, en líneas generales, por los laboratorios productores. Luego, los estados los adaptan a sus necesidades o realidades epidemiológicas. Para el caso de las vacunas que se utilizan en nuestro país, estos eran, en el arranque de la campaña, los siguientes: Sputnik-V (21 días, como mínimo); Covishield (56 a 84 días, de mínima); AstraZeneca (56 a 84 días, mínimo) y Sinopharm (21 a 28 días). Si bien ese intervalo nunca debe ser menor al indicado -ya que esto puede afectar su eficacia-, no se cuenta con un límite máximo.

Ahora bien, el 26 de marzo último, el Ministerio de Salud de la Nación, en acuerdo con las 24 jurisdicciones y la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), y siguiendo los lineamientos establecidos por expertos internacionales, recomendó diferir la aplicación de la segunda dosis de cualquiera de esas vacunas a un intervalo mínimo de 12 semanas (tres meses) desde la primera dosis. Regresemos a esa fecha y recordemos que, por aquel entonces, apenas se estaba vacunando a los médicos, a otros profesionales esenciales y a las personas con comorbilidades. No había, prácticamente, vacunas. Por ello, se priorizó vacunar a la mayor cantidad de gente con una dosis.

Afortunadamente, el panorama cambió y en mayo comenzaron a llegar más cargamentos. Ante esto, y ante la inminencia del ingreso de delta, el Gobierno dio un golpe de timón y en la última reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa) se optó por acortar el intervalo entre la primera y la segunda dosis (de 12 a 8 semanas) en el caso de AstraZeneca y Sputnik V y a 4 semanas en el caso de Sinopharm, "atento a las coberturas que se lograron con las primeras dosis, al actual flujo de vacunas y la importancia de completar esquemas ante el riesgo que implican las variantes de preocupación". Es decir que en varias ocasiones se cambió la recomendación sobre los intervalos. Es por esta razón que quienes se vacunaron a fines de mayo o principios de junio podrían por estos días pasar por los vacunatorios en busca del refuerzo. Con excepción, claro, de quienes recibieron la primera dosis de Sputnik, quienes deberán esperar a que lleguen más vacunas rusas del segundo componente.

¿Y si transcurre más tiempo? "La mayor eficacia se logra con la primera dosis. La segunda dosis aumenta la protección pero, sobre todo, permite mantenerla por más tiempo. En todo el mundo se ha observado que la vacunación con una dosis brinda un escudo frente a la enfermedad grave, hospitalización y muerte. La mayoría de los estudios científicos indican que cierta demora no afectaría significativamente la eficacia", responde Torres.

De hecho, para la vacuna desarrollada por AstraZeneca, las investigaciones demuestran que la eficacia es mayor cuando el intervalo entre dosis es más largo, relata. Según un estudio hecho en Europa, al recibirla a los 14 días de la primera, la eficacia fue del 63% contra la infección sintomática por SARS-CoV-2, pero al recibirla a las 12 semanas o más, ascendió al 82%. En tanto que un estudio preliminar de investigadores del Conicet sobre la respuesta inmune inducida por la vacuna Sputnik V indica que el 94% mostró presencia de anticuerpos específicos tras recibir una sola dosis. "Los intervalos oscilan según las marcas. Y a medida que pasa el tiempo se conoce más información. Todo se está estudiando y viendo aún. Quizás puedan dejarse pasar hasta cinco o seis meses. De todas maneras, es probable que se defina que al año deba colocarse un resfuerzo. Con respecto a la distancia mínima, nunca debe ser menos de 14 días. Eso es así en todas las vacunas. Hay que darle tiempo al cuerpo", añade la infectóloga.

Me di la primera dosis de Sputnik, ¿puedo darme la segunda dosis con una vacuna diferente?, se le pregunta. "Sí. Te diría que combinés con otra vacuna. No hay problemas. Lo que ocurre con la vacuna rusa es que hay poca investigación. Pero creo que las combinaciones se pueden y se deben hacer. Ante la urgencia, se puede vacunar perfectamente con AstraZeneca a quiénes recibieron Sputnik. Hay muchos antecedentes de combinaciones múltiples", contesta.

Otro intercambio posible es AstraZeneca y Covishield, pues corresponden a la misma vacuna (ChAdOx1-S), pero de distinto laboratorio productor. Por lo cual, en este caso, no se trataría de intercambiabilidad de productos sino de productores. Esto significa que si me apliqué la primera dosis de Covishield (AstraZeneca producida en la India), puedo darme la segunda con la vacuna de AstraZeneca producida en cualquier otro sitio.

El tema de las marcas e intervalos -mencionado por Torres- no es menor: las vacunas de Pfizer y Moderna utilizan ARN mensajero (ARNm) para producir la respuesta inmunitaria. En cambio, la de Oxford/AstraZeneca se basa en una tecnología más convencional, que se sirve de un vector viral; en este caso, el adenovirus de chimpancé. Debido a que esta técnica es la que se viene usando desde hace años, se sabe, a través de la experiencia con otras enfermedades, que separar las dos dosis puede incluso generar más protección. Con respecto a Pfizer y Moderna (que en breve se comenzará a distribuir en las provincias), la Organización Mundial de la Salud admite retrasar la segunda dosis hasta 42 días (seis semanas) en el caso de que fuera necesario.

Por ultimo, Torres reitera que las vacunas no se vencen una vez aplicadas. "Cuando están en nuestro cuerpo hacen su trabajo, que consiste en estimular al sistema inmunológico para que generen anticuerpos y para que generen inmunidad celular", concluye.

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