Un programa para espiar a periodistas, activistas y presidentes

Un software vendido por la compañía israelí NSO a gobiernos autoritarios se usó para hackear a líderes sociales y políticos, y a los que investigan violaciones a los derechos humanos.

LA PLANTA. Una vista aérea deja ver el logo de la firma tecnológica NSO Group, en una de sus locaciones, en el desierto de Arava, al sur de Israel.  LA PLANTA. Una vista aérea deja ver el logo de la firma tecnológica NSO Group, en una de sus locaciones, en el desierto de Arava, al sur de Israel.
24 Julio 2021

PARIS, Francia.- Una filtración destapó el uso de un software de espionaje contra activistas y periodistas en todo el mundo, y que afectó incluso a varios gobiernos europeos y latinoamericanos.Pegasus es un programa espía de grado militar, vendido por la empresa israelí NSO Group a los gobiernos para rastrear a terroristas y delincuentes.

Pegasus un software malicioso que infecta teléfonos iPhone y dispositivos Android para permitir, a los que lo controlan, extraer los mensajes, fotos y correos electrónicos, además de grabar llamadas y activar micrófonos en secreto.  

Según reveló el análisis de llamadas, el programa vendido a regímenes autoritarios fue utilizado en intentos de hackeos y exitosos ataques cibernéticos de  37 teléfonos que pertenecían a periodistas, activistas de derechos humanos, ejecutivos de empresas y dos mujeres cercanas al periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi, por cuyo asesinato en Turquía están sospechados miembros de la familia gobernante de Arabia Saudita.

De la investigación, denominada “Proyecto Pegasus”, participaron importantes más de 80 periodistas de 17 medios de comunicación de 10 países (entre ellos “The Guardian” y “The Washington Post”), bajo la coordinación de Forbidden Stories, una organización sin fines de lucro de medios de comunicación con sede París.

Junto a Amnistía Internacional, Forbidden Stories tuvo acceso a la lista y ambas compartieron la información con medios de comunicación, las cuales realizaron una investigación y análisis más profundo.

El Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional realizó los análisis forenses en los 37 teléfonos. Estos análisis revelaron que los teléfonos listados aparecieron en una lista de más de 50.000 números que están concentrados en países conocidos por participar en la intrusión en la privacidad y vigilancia de sus ciudadanos, y que también fueron clientes de la compañía israelí NSO Group, líder mundial en la creciente industria privada de los spyware.

Además, mostraron una estrecha correlación entre las marcas de tiempo asociadas con un número en la lista y el inicio de la vigilancia, en algunos casos unos pocos segundos.

Los números en la lista no están atribuidos, pero se pudo identificar a más de 1.000 personas en más de 50 países por medio de investigaciones y entrevistas en cuatro continentes: entre ellos hay miembros de la familia real árabe, al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas, y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluyendo ministros, diplomáticos y oficiales militares y de seguridad.  

Los números de varios jefes de Estado y primeros ministros también aparecen en la lista, que data de 2016. Emanuel Macron, presidente de Francia y Andrés Manuel López Obrador, de México, son algunos de ellos.  

Entre los periodistas cuyos números fueron identificados se encuentran reporteros que trabajan en el extranjero para organizaciones de noticias de Estados Unidos, incluido CNN, “The Associated Press”, “Voice of America”, “The New York Times”, “The Wall Street Journal”, “Bloomberg News”, “Le Monde”, en Francia, “The Financial Times”, en Londres, y “Al Jazeera” en Qatar.

“El software espía de NSO Group se ha utilizado para facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo”, publicó en sus redes la organización Amnistía Internacional.

“El Proyecto Pegasus pone al descubierto que el software espía de NSO es el arma preferida de los gobiernos represivos que intentan silenciar a periodistas, atacar a activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas”, manifestó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, en su declaración pública.

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