Las pérdidas por el vandalismo

A oscuras, con menos recursos y en medio de polémicas electorales. El vandalismo y las actitudes desaprensivas han dejado así a muchos de los vecinos de la provincia en los últimos días. Los últimos registros de las consecuencias de este tipo de conductas quedaron plasmados en nuestras distintas plataformas informativas. La seguidilla esta vez se había iniciado con los cortes de electricidad como consecuencia del daño de la quema de pastizales. Lo que sucede en esta ocasión viene a alimentar una larga lista que ya incluye como víctimas a plazas y parques; peatonales; edificios escolares y cartelería pública, entre otras.

En esta oportunidad, alrededor de 150.000 usuarios quedaron sin servicio por algunas horas porque las llamas afectaron una línea de Transnoa y la sacaron de funcionamiento. La problemática de este tipo de incendios no es una novedad para los miles de tucumanos que transitan por las rutas locales y que ven como el fuego devora las pasturas de las banquinas y como el humo invade el camino. De hecho, hubo accidentes graves que habrían derivado de la poca visibilidad.

Tras otras interrupciones del servicio eléctrico, el Municipio capitalino denunció ataques sistemáticos en medidores y en el cableado que forma parte del alumbrado público de la ciudad. Funcionarios detallaron que durante las últimas jornadas se habían hecho al menos 32 denuncias sobre eventos de daños en ese tipo de equipamiento. La reposición, explicaron, se complica cuando la frecuencia es tanta. En la gestión, además, relacionaron los daños con la interna electoral por los comicios nacionales de este año. Consideraron que se pretende afectar así a las autoridades.

Días después de esta denuncia,una máquina retroexcavadora valuada en U$S 150.000 apareció incendiada. Estaba previsto que se empleara para tareas de canalización en la zona sur de la ciudad.

Hace algunas semanas, cuando el problema fue abordado en “Panorama Tucumano”, Roberto Gonzales Marchetti, Presidente del Colegio de Psicólogos de Tucumán, había explicado que había diversas causas que podrían originar un hecho vandálico, desde una predisposición genética a un problema estructural de la personalidad. “Pero también hay factores sociales que promueven el vandalismo. Por ejemplo, veo que ahora es más amplio el vandalismo, antes era más en los jóvenes, ahora también en hombres y mujeres adultos y esto pasa porque hay una estructura social frágil. Para poder convivir, en una sociedad heterogénea, como la tucumana, debe haber diálogo y consenso y eso no existe y eso trae como resultado una respuesta netamente impulsiva”, había reflexionado.

Si bien el vandalismo no es un fenómeno nuevo, si se han incrementado las pérdidas de todo tipo para la sociedad. Plantea la necesidad de rediscutirlo y de plantear nuevas soluciones para un viejo conflicto. El desafío de las autoridades y de los ciudadanos será dimensionar la situación. A partir de ello, se podría reclamar y diseñar políticas públicas de impacto que impliquen desde campañas de concientización sobre el valor de los espacios y bienes públicos hasta sanciones que tengan un efecto reparador.