Victoria Sauze Valdez: "me quedé con ganas de un poquito más”

A pocos días de haber ganado la medalla de plata con Las Leonas en los Juegos Olímpicos de Tokio, Victoria Sauze Valdez habló desde su aislamiento

Sumida en los días de aislamiento obligatoria por haber estado en el exterior, a Victoria Sauze Valdez el parate le trajo la contracara de lo que vivió en Tokio durante los Juegos Olímpicos, y también antes de ellos. Sola, con tiempo para bajar decibeles, activa en redes sociales y reflexiva, la gran jugadora de Las Leonas surgida en Tucumán Rugby, se hizo un tiempo para responder por mensajes a las preguntas que le acercó LG Deportiva. En las próximas horas, ya podrá hacer su vida normal, controles de por medio.

“Vicky” aun disfruta de la medalla de plata que se ganó en muy buena ley en la capital japonesa, siendo una de las mejores del equipo nacional. Pero en su cabeza ya hay otros objetivos. El más cercano, el Mundial del año que viene. Y el más lejano, tan ambicioso como el anterior: apenas terminó la final en Tokio ante Países Bajos, ya pensaba en los Juegos de París 2024. Todavía se recuerda una frase suya a poco del partido ante las neerlandesas, cuando dijo que estaba con bronca por la derrota, dando contundente muestra de su alto espíritu deportivo y competitivo.

El diálogo por mensajes con Sauze Valdez pasó por diversos tópicos, los que aquí presentamos:

- ¿Cuándo llegaste? ¿Quién te fue a recibir?

- Llegamos el domingo 8 a la mañana con el equipo a Ezeiza y de ahí me vine para Tucumán y llegué el domingo a la noche acá. Por cuestiones de protocolo no me fue a recibir ni a saludar mucha gente, porque tengo que cumplir con el aislamiento y estar encuarentenada.

- ¿Te saludó mucha gente, qué te decía?

- En el aeropuerto se acercó la gente a saludarme, pero siempre mantuve la distancia necesaria por el protocolo. La gente fue muy respetuosa y amable. Fue muy lindo recibir ese cariño.

- ¿Viste el recibimiento a Valentina Raposo en Salta?

- Lo vi al recibimiento. Qué lindo que toda la gente de Salta la haya reconocido de tal manera. Fue algo hermoso y se lo merece como jugadora.

- ¿Cómo viviste los primeros días en el país desde tu regreso?

- Aislada en Tucumán, dentro de mi casa, aislada de mi familia. El reencuentro con mi familia fue muy lindo, obvio que por los protocolos no es cómo lo soñé, pero ya habrá tiempo para estar juntos. Aunque va a ser poquito el tiempo, pero lo voy a disfrutar a pleno. Desde enero que no estaba en Tucumán, cuando vine en las vacaciones, los he visto durante el año muy pocas veces. Ello han ido a visitarme a acompañarme en Buenos Aires, pero fueron momentos muy cortitos porque yo estaba a full con la preparación. Pero fue muy importante que ellos me acompañen dos o tres días.

- Además de la medalla de plata, ¿trajiste algún otro regalo?

- Además de la medalla de plata no traje ningún regalo (risas). La verdad es que estuve muy enfocada en lo mío, que era el torneo, rendir como jugadora y aportar a mi equipo. No me enfoqué en nada más que no sea eso. Al finalizar los Juegos Olímpicos -la final fue el 6 a la tarde-noche- terminamos muy tarde, volvimos a la Villa, cenamos y como equipo festejamos. A las 17 ya salimos para el aeropuerto; tampoco hubo mucho tiempo para hacer cosas extra que no sea lo nuestro. Y durante el torneo estuve muy enfocada en lo mío, así que no pensé en ningún regalo para mí. Solamente me traje la medalla, que con eso me basta y sobra.

- Antes del retorno, ¿hiciste algún pedido especial a la familia, como comida preferida, que te consigan algo en especial para estos días, etcétera?

- Sí, sin dudas. Lo primero que pedí fue milanesa con papas fritas, mi plato preferido. Y me lo hicieron.

- ¿Tenés planeado cómo pasar estos días o te vienen bien para descansar? Incluso pregunto si sentís cansancio o toda esta adrenalina te da más energía…

- Estos días aislada, claro, me vinieron bien para descansar. Fue una gira muy movida. Y no sólo para descansar sino para mirar para adentro y poder ver todo lo vivido en estos días, semanas y meses que fue una locura, una montaña rusa. Y poder ver todo este tiempo transcurrido y lo entregado. Eso está bueno. Bajarlo a la tierra da nostalgia, mucha, porque es un proceso terminado y fue muy fuerte vivirlo. Pero se lo recuerda con mucha alegría y felicidad.

- ¿Qué balance hacés de los Juegos en general? ¿Fueron cómo esperabas o mejor todavía?

- La verdad es que no puedo decir si era lo que esperaba o no, porque no lo esperaba de ninguna forma, simplemente iba a vivirlo como sea y a que me sorprendan. Si bien eran unos Juegos Olímpicos, yo estuve muy concentrada en lo que a mí me concierne, que era enfocarme como jugadora, en mis rivales y en cumplir en mi función dentro de la cancha y afuera con mis compañeras. Así que lo que puedo decir de lo que es una Villa, unos Juegos y demás, lo viví, pero no en profundidad porque estaba enfocada en eso. Además hay una realidad: que estamos en un contexto de pandemia y nosotras sabíamos que un contagio nos dejaba completamente afuera del sueño que tanto buscamos y preparamos. Así que nos cuidamos mucho, inclusive, adentro de la Villa.

- Nos contó tu papá que te sacaste fotos con Luis Scola y Paula Pareto, ¿puede ser?

- Sí tuve la suerte de cruzarme con la “Peque” y con Scola, así como con “Facu” Campazzo y un montón de deportistas más. Con ellos, siempre manteniendo la distancia y el protocolo, pudimos intercambiar una que otra palabra. Eso sí fue algo hermoso y tengo fotos con Pareto y Scola porque con ellos, principalmente, me quería sacar porque eran sus últimos Juegos, sus últimos pasos representando al país. Fue muy lindo poder charlar un poco con ellos y tener esos recuerdos.

- Quizás todavía no lo pensaste, pero ¿cómo te ves para París 2024?

- La verdad que sí lo pensé (risas). Desde el momento en que terminó la final ya tenía ganas de jugar un nuevo torneo y tener una nueva revancha. No voy a negar que obviamente estoy feliz con la medalla de plata, pero tampoco voy a negar que me quedé con ganas de un poquito más. Así que ya me siento con muchas ganas de encarar un nuevo proceso para ir a buscar la de oro. Antes tenemos el Mundial, que será en Países Bajos y en España, el año que viene. Así que ya estoy enfocada en eso.

- ¿Te saludó o felicitó alguien en especial?

- Me saludó muchísima más gente de la que esperaba. La verdad que el apoyo fue incondicional, de parte de gente que conozco y de gente que no conozco. De todo el país. Fueron una locura la cantidad de mensajes, los saludos que fui recibiendo a lo largo del torneo y que sigo recibiendo al día de hoy. Pero si tengo que decir de alguien en especial, recibí, en lo personal, el apoyo de muchas ex Leonas, algo que es un orgullo y un placer. Recibir mensajes de quienes son en algún punto las pioneras de lo que es ser Leona en sí es grandioso. Así que me siento muy contenta de ese apoyo y de los mensajes de aliento y sus palabras. Y también hemos tenido saludos de figuras públicas, de cantantes. Uno de ellos fue de alguien que admiro muchísimo, la “Sole” (Soledad Pastorutti). También me saludó el “Pigu” (Andrés Romero) y muchas figuras, de los cuales conociendo su vida y su historia, sus carreras, es un honor que se hayan tomado un tiempito para saludarnos.

- ¿Qué creés que puede generar la medalla para el deporte nacional en general y para el tucumano en particular?

- Creo que aún no soy muy consciente de lo que puede llegar a generar la medalla para el deporte nacional y para el tucumano. Lo que puedo decir es que es algo hermoso, pero no la medalla en sí, sino todo lo que viví por y para conseguirla. Creo que eso es lo más lindo: mirar para atrás y ver todo el camino recorrido, más allá de la medalla. Pero creo que estamos en un país donde los resultados importan, más allá del camino. A mí lo que más me llena es el camino, pero bueno, claramente los resultados importan. Ojalá que esto pueda llegar a ser muy positivo para el deporte tucumano, para el país y para el hockey, principalmente.

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