Francia registró hoy una nueva jornada de protestas contra la obligatoriedad del llamado pase sanitario impuesto por el Gobierno de Emmanuel Macron. Alrededor de 160.000 personas se movilizaron en en París y otras ciudades.
Cada sábado, desde julio, se manifiestan en las calles decenas de miles de personas de colectivos diversos, como los "chalecos amarillos", militantes antivacunas y opositores al Gobierno del presidente Emmanuel Macron, que minimizan las consecuencias de la pandemia y rechazan los inoculantes.
Además de París, hubo manifestaciones en más de 200 ciudades del país, aunque el número de asistentes bajó en las últimas semanas.
El Ministerio del Interior cifró hoy en 159.484 los manifestantes en todo el país, una convocatoria un tanto menor que el sábado pasado pero mucho más chica que la de julio cuando casi se alcanzó las 215.000 personas.
El pase sanitario se exige desde el 21 de julio en Francia para acceder a lugares culturales y de ocio, y desde el 9 de agosto es condición para entrar a un bar o un restaurante y viajar en aviones y trenes de larga distancia.