Presencialidad plena, pero con responsabilidad plena

La pandemia no pasó, ni mucho menos; de hecho se siguen haciendo recomendaciones para evitar, por ejemplo, que la peligrosa variante Delta se expanda en el territorio; para lo que se aconsejan medidas de control para atenuar sus posibles efectos. Autoridades del Estado y algunos infectólogos coinciden en la importancia del proceso de vacunación en la mejora de algunos los números sobre contagios. Asentado en estas últimas situaciones es que el Gobierno nacional determinó la “presencialidad plena” desde hoy en todo el país. Es decir, clases todos los días. Es una disposición que no será cumplida completamente porque aún hay establecimientos del sector privado, por lo menos en la provincia, que seguirán respetando la división en burbujas de algunos grados y cursos, y alternando los días de presencia y trabajo virtual de los estudiantes. Básicamente mantendrán esa modalidad para disminuir los riesgos de contagios por Covid-19. En el Ministerio de Educación de Tucumán aseguraron que se adoptaron medidas para que se verifique la decisión nacional, aunque sostienen que varias escuelas ya estaban en la modalidad de clases todos los días se semana y con todos los alumnos en las aulas. En las últimos horas se ha notificado a los padres de alumnos que desde este miércoles las escuelas oficiales abrirán sus puertas todos los días. De cualquier manera se recomienda a los mayores comunicarse con los establecimientos educativos para interiorizarse sobre la real situación del lugar al que envían sus hijos para conocer si se han determinado protocolos distintos o si tienen que ajustarse a nuevos horarios y modalidades de ingreso y de salida. Es que el Comité Operativo de Emergencia (COE) aprobó un protocolo especial para el Ministerio de Educación de la Provincia respecto del retorno a las clases con disposiciones básicas. Como por ejemplo: ya deja de regir el distanciamiento de 1,5 metro entre cada pupitre. Sin embargo, para que la presencialidad plena tenga resultados favorables, o sea un éxito desde el punto de vista sanitario, será necesario también una “responsabilidad plena” por parte de madres y padres para evitar que haya nuevos casos porque, principalmente, algunas burbujas estudiantiles debieron cerrarse preventivamente no por que se hayan contagiado los niños sino por culpa de los contactos estrechos entre los mayores. Por eso, en este caso, aunque las aulas recibirán a los alumnos y estudiantes, a docentes y a profesores, también los progenitores y tutores, los mayores, deberán respetar y hacer respetar al máximo los protocolos sanitarios resueltos para evitar que se produzcan nuevos contagios y se altere la continuidad del ciclo lectivo que pretende el Gobierno. Es una responsabilidad compartida entre todos, y debe ser completa. Cuanto mayor sea la comprensión del tiempo social y la solidaridad, tanto mejor para toda la comunidad, para que esta “normalidad” sea efectiva y para que los chicos puedan compartir con sus amigos, sin necesidad de mantenerse en audiciones virtuales, alejados de sus afectos y del sano contacto humano. Así estuvieron soportando más de un año y medio, por lo que para que puedan disfrutar de esta nueva instancia de comunicación cercana, los mayores son los que más deben hacer un aporte de responsabilidad, manteniendo el respeto por los protocolos, que a esta altura de la experiencia ganada en la pandemia son básicos: barbijos, distanciamiento social y alcohol.