Claves para aprender idiomas y no desistir en el intento

Aunque no se quiera, el aprendizaje de una lengua extranjera suele complicarse y surge la tentación de dejarla. Tips para no hacerlo.

Claves para aprender idiomas y no desistir en el intento

¿Quién no ha sufrido en clases intentando comprender la gramática de una lengua que no conoce? La cuestión va más allá de disfrutar o no el aprendizaje y el idioma en sí; muchas veces, a pesar de que nos gusta, tarde o temprano se hace cuesta arriba y, aunque lo deseamos con el alma, aprender un idioma se nos complica.

Las razones pueden ser muchas: la pronunciación es complicada; la gramática es un problema; la escritura se dificulta, o simplemente no contamos con el tiempo suficiente para prestarle al idioma la atención debida. Pero nos gusta, y entonces, sea como sea, seguimos en esa carrera por ganarle a la lengua y volvernos políglotas. Para ayudarte con eso, hoy te traemos, de la mano de profesores experimentados, tips concretos para aprender idiomas.

Sumergirse

“Lo más básico es poner cartelitos a los objetos cotidianos, con el nombre del sustantivo con su respectivo artículo”, recomienda Ezequiel Liendo, profesor de alemán en Lenguas para la Comunidad de la UNT. Quien conoce la lengua, sabe que los artículos difieren a los del español (por ejemplo “Sol” es femenino). Pero esto es válido para todos los idiomas, puesto que trae un contacto directo, diario y sostenido con lo que se quiere aprender. Y sólo de manera regular se consigue lograr los objetivos propuestos.

“Me parece que la mejor forma de familiarizarse con una lengua extranjera - cualquiera sea - es estar en contacto. Eso se puede hacer a través de series, música, películas, clases, aplicaciones, diarios, publicaciones científicas... Lo que más nos guste. De todas maneras, no es lo mismo familiarizarse que aprender; aprender una lengua extranjera implica además de contacto, estudio y práctica”, aclara Ruth Bojarsky, docente de Inglés también en la misma casa de estudios.

Para poder sumergirse en una lengua, imprescindible es tener en claro por qué queremos aprender. Así lo ejemplifica Keiko Saito, profesora de japonés en el organismo dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. “Uno de los tips más importantes es saber lo que motiva a estudiar el japonés… ¿Para qué quieres estudiarlo?”, pregunta. “Para el aprendizaje del idioma, cualquiera sea, se necesita ser constante. Cuando los alumnos recién empiezan, sugerimos algunos tips. Por ejemplo: estudiar una hora por día, aprender una hiragana y katakana (silabarios japoneses) por día. Entonces, de lunes a viernes, pueden aprender cinco de ellos”, ejemplifica.

Presencia en todos lados

“En Internet ahora tenemos acceso a el formato de podcast, que creo que es un formato super popular, que gusta mucho y es super útil para el aprendizaje de un idioma, porque te podés suscribir a uno de tu interés. Hay algunos que están dirigidos a propósito para estudiantes de idiomas, con una articulación más lenta o con temáticas que tienen que ver con la cultura del idioma meta. Y suelen ser de acceso libre y gratuito e incluso a veces te dan la transcripción del podcast”, comenta Pauline Empereur, docente de francés también de la UNT. Y si querés saber dónde encontrar estos programas radiales, rezale a San Spotify.

“Ver series y película es muy útil; que pongan el idioma original pero con el subtitulo en español, para ir reconociendo de a poco e ir adaptando el oído a las pronunciaciones. Sobre todo porque las series te dan la posibilidad de escuchar diferentes modismos y entonaciones del mismo idioma”, agrega Liendo. Pero hay que tener cuidado al aprender con música, series o, por ejemplo en el japonés, con animé o dorama: “ellos, en su mayoría, utilizan un lenguaje coloquial o vulgar. En el japonés existen niveles de léxico, es decir, lenguaje formal o académico, lenguaje coloquial y vulgar. Cada nivel se debe utilizar debidamente. Por esta razón, muchos profesores del idioma no recomiendan estudiarlo a través de animes o manga”, explica Naoko Saito, también docente de la lengua asiática.

No te confíes de las apps

“Como docente de idioma, a mí me ‘hacen saltar’ un poquito estas aplicaciones -ríe Empereur-; tienen sus limitaciones. La más obvia es que no tenés interacción con otro, que -creo- es la finalidad del estudio de un idioma”.

“Las aplicaciones son útiles para algunas cosas. No permiten ampliar el vocabulario o aprender estructuras gramaticales. Y si tenemos en cuenta que el lenguaje es una herramienta comunicativa, las aplicaciones suelen carecer de esta práctica -coincide Bojarsky-; Usar una lengua para comunicarse implica que debe haber más participantes, llámense docentes, compañeros de clase, o de trabajo. Creo que son muy útiles para reforzar conocimientos, dado que la mayoría plantea ejercicios de repetición”.

“Las apps como Duolingo sirven como una práctica, no para aprender. La abro, la configuro en alemán y me tira un tema, por ejemplo, la comida y aprendo: ‘der Apfel’ (la manzana, que en alemán es sustantivo masculino), pero yo no sé que es ese der”, resalta Ezequiel.

“No son ni la solución ni el reemplazo a un profesor”, añade.

“Cabe aclarar que las apps no reemplazan al estudio formal guiado por profesores. Sí son un buen apoyo para practicar lo aprendido”, destaca Naoko.

Por supuesto que existen algunas aplicaciones que pueden ayudarte: “hay algunas sí recomendaría y que suman un montón al aprendizaje, como Tandem (también existe Interpals), que son apps que ponen en contacto nativos de distintos lugares que buscan estudiar un idioma y ayudar a otro aprender el suyo”, aconseja Empereur.

Encontrar un método

Liendo y Bojarsky también concuerdan en que no existen formulas mágicas para aprender lenguas; la práctica y el estudio son esenciales. “Los trucos van a depender de la forma de aprendizaje de cada uno; algunos tienen facilidad para memorizar, otros prefieren resaltar la teoría de un libro. Hay personas que requieren más práctica o tienen mayor facilidad para algunas habilidades que otros”, explica la docente de inglés.

“Si o sí se necesita el acompañamiento y la explicación de un docente. Después ver videos en Youtube, aplicaciones, películas, etcétera, son todas herramientas. Son una forma lúdica de aprender, de practicar, pero no una solución mágica”, advierte el profesor de alemán.

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