Luces y sombras de la baja del índice de homicidios

08 Septiembre 2021

Las cifras sobre los homicidios en Tucumán han registrado un notorio descenso desde julio, mes en el que se registraron cuatro crímenes, seguido por cinco homicidios en agosto, contrastando con iguales meses de 2020, cuando hubo 13 asesinatos en cada uno, y con un sustancial descenso desde mayo pasado, cuando se cometieron 15 trágicos hechos de sangre. Las cifras, que parecen marcar ya una tendencia, indican una caída del 29% en comparación con las del año pasado, en lo que va de este 2021. Consultados al respecto, los funcionarios de seguridad han sido cautos, en razón de que “el contexto social cambia mes a mes”, al decir del subsecretario de Seguridad, pero tienen varias explicaciones para entender lo que está pasando.

En principio, se estima que ha sido valioso el esfuerzo que se ha hecho con la puesta en marcha del programa “Cuadrantes de patrulla”, que ha lanzado a recorrer las calles de los barrios a policías de a pie y en bicicleta, apoyados por agentes en motos y en autos. El plan, que comenzó a fines del año pasado, tomó impulso desde febrero de 2021 y fue distribuyéndose por los barrios capitalinos, y en especial en 10 de los vecindarios considerados conflictivos. Los agentes conversaron con los vecinos, se interiorizaron del movimiento barrial y elaboraron informes sobre conflictos. Se estima que eso ayudó a resolver muchos problemas en sus inicios, antes de que pasaran a mayores, y que se sacó de circulación a personajes que, de no haber sido aprehendidos, podrían haber incrementado los niveles de violencia hasta límites trágicos.

El jefe de Policía estimó que, además de la presencia policial, ha sido muy importante en esta situación el trabajo en conjunto que se realiza con la Justicia, la cual está aplicando el nuevo Código Procesal Penal, que ha permitido no sólo dictar medidas rápidas para resolver muchos incidentes menores, sino “sacar de circulación” por un tiempo determinado a personas violentas.

Incide, probablemente, la gran difusión que han tenido los sistemas de alarmas vecinales que han implementado las municipalidades y la misma provincia, acercando a los vecinos a la responsabilidad del cuidado barrial, para dar aviso a la Policía ante sospechas de riesgo de seguridad y no sólo ante hechos consumados. Sin embargo, se considera que ha sido la gran distribución de agentes en las calles de los barrios -ya son 1.000 los policías asignados a estas tareas en turnos de mañana y tarde- la que ha ayudado a esta “pacificación” de una provincia que estaba prácticamente al tope de las cifras de violencia. Se considera, además, que el trabajo que se va a poder hacer en conjunto con los vigías municipales va a ser clave para afianzar estas condiciones positivas.

Hay que considerar, no obstante, que hay cuestiones que no han cambiado, como la violencia de género. Con la tragedia de hace pocos días, cuando se encontró el cuerpo de una mujer en Los Bulacio, se cuentan 13 los femicidios en lo que va del año en Tucumán, cifra similar a igual época del año pasado. Urge estudiar lo que está ocurriendo, en busca de medidas que ayuden a atenuar esta dura realidad, así como a acentuar los análisis que permiten pensar que en un nivel general están cambiando las cosas.

Convendría no sólo mantener sino estimular el crecimiento de los programas que parecen funcionar, y sostenerlos en el tiempo.

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