Lo que se anticipaba en la CGT como una reunión burocrática para avanzar en los detalles de la elección para renovar autoridades, que será el 11 de noviembre, terminó en una suerte de catarsis gremial por la crisis en la que quedó sumido el peronismo tras la derrota electoral del domingo último. Hubo casi apoyo unánime para Alberto Fernández, salvo el caso aislado del ferroviario Omar Maturano, que dijo no sentirse representado por el Presidente ni por Cristina Kirchner.
Con Héctor Daer y Carlos Acuña a la cabeza, la central obrera ratificó hoy la movilización para el 18 del mes próximo por el Día de la Lealtad peronista. La imaginan como una demostración de poder y apoyo al Presidente, y como mecanismo de presión para que se imponga la cultura del trabajo sobre la distribución de planes sociales. “El eje es por el crecimiento, la producción y el trabajo. No será en contra de nadie”, dijo un dirigente a La Nación.
El resultado electoral del domingo no sorprendió entre algunos caciques de la CGT. “Faltó sincronización y pluralidad en el Frente de Todos. En la reunión que tuvimos con Máximo Kirchner le advertimos el descontento. Hay mucha gente cansada de la hegemonía kirchnerista”, dio su veredicto uno de los sindicalistas más influyentes de la central.
Sobrevoló durante la reunión en la Uocra una mirada crítica por la renuncia en tropa de los funcionarios kirchneristas. Nadie se atrevió a calificarlo como “un golpe interno”, como levantó la voz la oposición. Sin embargo, quedó claro que los gremios apostarán “a la unidad amplia”.
Muchos de los sindicalistas que participaron de la reunión cruzaron mensajes con ministros no renunciantes del Gobierno y con Sergio Massa. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue uno de los que intentó llevar calma a las tribus sindicales. “Es total e incondicional mi apoyo al Presidente por todo lo que representó como la síntesis de lo que votó el pueblo en 2019”, escribió Moroni en un mensaje. Con ese aval, la CGT se encolumnó por ahora detrás de Alberto y está dispuesta a marcar sus diferencias con el kirchnerismo.