Jaldo, entre la transición y el cierre del mandato

“Estoy preparado para ambos escenarios”, respondió el vicegobernador en ejercicio del Ejecutivo ante la consulta de LA GACETA.

EN EL DESPACHO PRESIDENCIAL. Jaldo posa con Alberto Fernández. Fue el lunes durante la visita del vice y del gabinete local a la Casa Rosada.  EN EL DESPACHO PRESIDENCIAL. Jaldo posa con Alberto Fernández. Fue el lunes durante la visita del vice y del gabinete local a la Casa Rosada.

La cumbre de la Casa Rosada marcó un punto de inflexión para el oficialismo. Durante las 10 horas de permanencia en ese edificio del vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, y del gabinete designado por el gobernador en licencia, hoy jefe de Gabinete de la Nación Juan Manzur, hubo señales de continuidad de gestión, con apoyo federal, pero también gestos políticos para dar por terminada una grieta que, en los hechos, nunca debió haber existido. Y si creció fue más por impulso de la dirigencia que de los líderes del PJ tucumano. Hoy Manzur y Jaldo atraviesan una relación cordial, como antes de marzo cuando estalló la novela peronista. Pero en el medio de tanta puja quedaron manzuristas y jaldistas que no terminaban de acomodarse a la nueva realidad. Manzur fue claro: “se terminó la interna”. Lo reiteró ayer el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla. Y lo firmó el propio Jaldo, que encontró en su compañero de fórmula a aquel que conoció hace seis años cuando llegaron al poder. El peronismo tienen estas cosas. Hoy es un abrazo y una adulación y mañana quién sabe.

La de ayer fue una jornada de reflexión interna y de evaluación por parte de los nuevos ocupantes del Palacio de Gobierno. Incluso ya hubo señales desde Buenos Aires de que la palabra empeñada se cumplirá. La llegada de Julián Domínguez, ministro de Agricultura para encabezar un encuentro del Senasa, se inscribe en la maratón de visitas de ministros nacionales, tal como sucedió antes de las internas, cuando Manzur convocaba a los más estrechos colaboradores del presidente Alberto Fernández para que apoyen su lista de precandidatos.

Jaldo completará hoy el rally de encuentros con la dirigencia local para poner punto final a cualquier atisbo de diferencias internas. A las 10 se reunirá con el bloque unificado de legisladores oficialistas, mientras que dos horas más tarde recibirá a los principales referentes de la Capital.

El mensaje del vicegobernador en todos los ámbitos es el mismo: la gestión sigue su marcha, en un período en el que ahora él toma las decisiones. No hará locuras. Todo será conversado con Manzur. Si hay cambios en el gabinete, se le consultará al actual jefe de Gabinete porque, en definitiva, ambos arrancaron la administración del poder y ambos la concluirán por más que uno esté en Buenos Aires y el otro en Tucumán.

¿Qué pasará si Manzur decide quedarse en la Casa Rosada para continuar acompañando al Presidente más allá del 14 de noviembre? La consulta fue lanzada por LA GACETA al propio Jaldo. “Soy consciente de que mi paso por el Ejecutivo responde a una transición, porque Juan puede volver cuando él decida hacerlo”, responde. Y aclara: “si no vuelve, quiere decir que le ha ido bien en su gestión nacional, pero se quedará por decisión propia”. “Estoy preparado para ambos escenarios”, expresa. Bajo este escenario, el vicegobernador en ejercicio del PE señala que ejercerá el poder mientras esté a cargo, tanto el institucional como el político.

Movida nacional

La mesa del lunes ha significado también una reactivación de proyectos millonarios. Jaldo es cauto en este aspecto. No quiere hablar de lluvia de inversiones; más bien señala que será una inyección de obras que revitalizará no sólo la gestión, sino también la economía tucumana con la friolera calculada en $ 30.000 millones para los próximos dos años.

La nueva cárcel en Benjamín Paz es una de las iniciativas que imprimirá velocidad a través de un estudio encarado por la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) y con una inversión estimada en los $ 5.000 millones. También se reforzará Gendarmería con un escuadrón en Aguilares de 200 efectivos. Se intenta reperfilar el plan de construcción de 3.600 viviendas y un programa de radicación de parques industriales en distintos puntos de la provincia. Se terminarán las mejoras en rutas provinciales y nacionales y en caminos vecinales.

Jaldo, además, ya cuenta con los informes detallados de cada ministerio acerca del trabajo que desarrollarán a lo largo de los próximos meses. Esos diagnósticos, recibidos por el vicepresidente primero de la Legislatura y allegado a Jaldo, Regino Amado, serán el punto de partida para el relanzamiento de la gestión que el 29 del corriente cumplirá dos años del segundo mandato.

En la cumbre del reencuentro, Manzur y Jaldo han evitado el efecto del “pato rengo”, ese que inquieta a las administraciones por el declive natural del apoyo ciudadano. Jaldo toma impulso como gobernador de transición. Manzur, en tanto, intenta consolidarse en el gabinete de Alberto Fernández, mientras prepara el acto por el Día de la Lealtad que se hará el domingo 17 (justo el Día de la Madre) en el estadio de San Lorenzo. A esa cumbre serán invitados desde directores de repartición hasta los ministros. Se organiza otra invasión tucumana a Buenos Aires para esa jornada peronista.

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