La vuelta a la urna en 20 ideas

Mucho futuro se pone en juego hoy. La elección ratificará o anulará el control del oficialismo en el Congreso. Pero el resultado no sólo asignará bancas, sino que también proyectará las carreras políticas de unos y frustrará las de otros.

La vuelta a la urna en 20 ideas

En las elecciones generales de hoy los resultados perderán frente a las reacciones de mañana. Los gestos de esta noche dirán cómo les fue en las urnas este domingo, pero los discursos describirán a la perfección lo que nos espera a los argentinos a partir del lunes.

Veinte temas de mañana:

1) Cuando éramos chicos había unos toboganes gigantes y ondulados que terminaron prohibiéndose por peligrosos. Sólo los que tenían gran coraje se subían. El descenso era sobre una alfombra mágica y tomaba tal velocidad que auguraba un final difícil y descontrolado. A ése parece haberse subido la imagen del presidente de la Nación. Sigue en una carrera imparable que ni la CGT y sus esfuerzos ni Juan Manzur y sus gobernadores parecen capaces de revertir. Y Alberto no los ayuda: con la fiesta de Olivos y con la escisión de Córdoba del país no ha hecho grandes aportes. Para peor, la que pagó para que se subiera a este “jueguito” ni siquiera lo espera al pie del tobogán, como solían hacer los padres allá lejos en el tiempo.

2) Los abuelos, que más que años tienen experiencia, suelen recomendar no cabalgar sobre dos caballos al mismo tiempo. Sin dudas, es una muestra de gran destreza, pero en política es una grave señal de peligro. Así cabalgó todo este tiempo el jefe de Gabinete Juan Manzur, quien además es gobernador de Tucumán, aunque en uso de licencia. La foto de hoy es un tema que todavía están cavilando entre sus asesores: ¿Será en la Casa de Gobierno de Tucumán?; ¿Será en Buenos Aires, en el sitio donde el oficialismo nacional esperará los guarismos finales? ¿O se verá en ambas fotos? ¿Manzur sumó o restó puntos? Antes de las PASO se había sacado el traje de canciller que tanto le gusta y se había puesto la camisa arremangada con los zapatos sucios de militante caminador. Cuando aterrizó en la Casa Rosada volvió a desempolvar la vestimenta de “canciller”. De vuelta, ¿sumó o restó? Lo más claro es que sumó para sus sueños presidenciales. Paralelamente, su socio político, amigo, ex amigo, enemigo y compañero de cruzada -de nuevo- también consiguió lo que quería. Osvaldo Jaldo, lentamente, consolida su capacidad de gobernar -aunque interinamente-. Los abuelos advierten que cuando se cabalga sobre dos caballos, a medida que se acelera la velocidad del trote siempre uno se adelanta un poco y ese es el presagio de un porrazo. Manzur no puede desconocer estas cosas.

3) Cada dos años hay una discusión que vuelve a las arenas políticas: ¿Tienen sentido las PASO? Este año, más que nunca, quedaron justificadas. Tanto es así que los competidores tendrán que aceptar que las internas fortalecen a los partidos que ahora han pasado a denominarse “espacios” a causa del debilitamiento que arrastran. Juntos por el Cambio tuvo feroces y agresivas contiendas en la mayoría de sus distritos; y especialmente bravas en las provincias más pobladas -y por ende con más votos en juego-. Y le fue muy bien y se vio beneficiada en los cómputos finales. Algo idéntico pasó en el Frente de Todos tucumano, donde la virulencia de la interna fructificó en un resultado potente que lo distinguió en el mapa nacional. En las PASO fue de las pocas provincias pintadas de azul al revisar la geografía electoral del país.

4) Si los argentinos -y los tucumanos, principalmente- tuvieran que hacer un retrato del candidato promedio terminarían dibujando una figura madura -principalmente masculina-, muy posiblemente con algunas canas en su cabellera, y con un lenguaje y con experiencias que desnudarían sus incapacidades para interpretar el nuevo mundo que nos impone internet y su potente brazo en las redes sociales, así como su impronta ecológica y de diversidad de género. Esta tal vez sea la última elección sin el protagonismo central de millenials. El discurso del voto joven es una máscara que no muestra la verdadera preocupación por las juventudes.

5) Si bien las PASO cumplieron su cometido a la hora de dar definiciones, no tuvieron su correlato entre los que toman las decisiones y meten el voto en las urnas. Salvo en Tucumán y otros distritos de internas fuertes, el promedio de votantes fue más bajo del que venía siendo. Es el hartazgo por una política egocéntrica, por una pobreza que avanza como las mareas sobre la playa y por una inflación que nadie se anima a enfrentar en serio. Los costos generan ausencias en la participación. Desde el 12 de septiembre hasta hoy todos se han desesperado por sacar del ostracismo a por lo menos 2 millones de votantes. En ellos -especialmente el oficialismo nacional- cifran esperanzas.

6) El futuro de la vicepresidenta está juego y ni siquiera ella, tan proclive a querer manejarlo todo, puede evitarlo. No es difícil describir las opciones que tiene a partir de mañana. Son tres: Romper, acompañar o seguir como hasta ahora. Lo más probable pareciera ser que lo deje en el Tobogán gigante a Alberto y cuando este llegue abajo no haya nadie ni para recibirlo ni para curarlo en el hipotético caso que aterrice golpeado. Cristina no va a querer avalar cambios en la economía que son inevitables. Tampoco parece tener la paciencia suficiente para soportar los yerros y furcios baladíes del hombre que ella eligió. Ante esta hipótesis puede ser clave el compromiso de acción del tucumano Manzur.

7) La pandemia fue un argumento central en las PASO del 12 de septiembre. Fue un escudo para el oficialismo, pero fue una espada para la oposición que siempre que pudo trató de hundir la daga en las mallas rivales. Pasado el chubasco electoral, Juntos por el Cambio centró su discurso en otras cuestiones como la inseguridad, la inflación y los yerros del rival. En cambio, desde el Frente de Todos se preocuparon en destacar siempre que la pandemia había sido un chaleco de plomo para todos los oficialismos del mundo. Tucumán, provincia que siempre porfía por destacarse y mostrarse -por lo bueno y lo malo- en las marquesinas del país fue todo lo contrario. Puso como candidata central a quien manejó la gestión de la pandemia y sacó más votos en las primarias septembrinas.

8) Y ya que estamos en la provincia es imposible desconocer que el futuro del peronismo está en manos de Manzur. Si el Jefe de Gabinete decide quedarse en Buenos Aires, al movimiento que supo construir e identificar como manzurismo –de paso, triunfador y mayoritario- no le va a quedar otra salida que buscar un acuerdo con quien hoy se ha hecho cargo de manejar las riendas del Poder Ejecutivo.

9) No se puede descartar que Manzur sea eyectado de la Jefatura de Gabinete y él con sus esquirlas regresen –aunque maltrecho- a la poltrona principal de la provincia. Ello seguramente va a reavivar las tensiones con Jaldo, salvo que Manzur y su movimiento acepten que se perdió la pulseada con el vicegobernador y empiecen a trabajar por su candidatura a gobernador en 2023. Esta hipótesis es difícil de imaginar en algunos escuderos de Manzur.

10) La oposición llega envalentonada por las PASO, pero no puede evitar caminar sobre arenas movedizas La “operación tijera” estará en la mirilla de todos. Si la diferencia de votos entre los candidatos a senador y a diputados es notable, se van a profundizar las grietas que a duras penas consiguieron disimular en el final de la campaña. Ese resultado volverá a poner en el tapete la discusión que asomó a principios de año cuando un sector del radicalismo porfiaba por incorporar a Ricardo Bussi en el gran frente opositor.

11) Es imposible descartar que todo fluya con sorprendente normalidad y no se noten diferencias entre Alfaro y Sánchez a la hora de abrir las urnas. En ese caso Alfaro y Sánchez habrán fortalecido sus posiciones y serán los principales referentes para designar los candidatos a gobernador en 2023.

12) Desde hace una década Alfaro viene poniendo ladrillo sobre ladrillo en su construcción de poder. Con la promoción del voto útil (ayudar a debilitar el control del Congreso al oficialismo) le pone un tinglado –por las dudas, y ante la ambición de todo político, no le pone aún techo- a su proyecto. Alfaro y su estructura va a participar en decisiones trascendentales en la vida política argentina. Además será la única pata peronista en la estructura de Juntos por el Cambio en Tucumán, algo que su referente nacional Horacio Rodríguez Larreta viene promocionando. La testimonialidad de su candidatura será su lado flaco y debe estar ensayando el discurso para explicarla en estas últimas horas. Este logro del intendente de la Capital es sin duda el corolario de su trabajo político, pero también de las impericias de dirigentes radicales que dejaron que se les escape el zorro.

13) Jaldo afronta una elección complicada: ¿cómo explicar el resultado? ¿Si llegara a sumar más votos o a mantener los votos que consiguió el Frente de Todos en las primarias abiertas será mérito de su “muñeca” política? Y, si por el contrario, no les fuera bien y se redujeran una suma llamativa de sufragios -siempre respecto de las PASO-, ¿será responsabilidad de su gestión? Las respuestas las tiene el gobernador actual. A su favor juega el hecho que el destino de Manzur está atado porque un resultado de menor cuantía jugará en contra del gobernador anterior.

14) Ricardo Bussi tuvo vaivenes poco claros en su campaña. Después de la deserción de una figura que crecía en el firmamento republicano, Nadima Pecci, en poco tiempo logró instalar la postulación Bussi-Bussi donde su hija (Josefina) logró instalarse y es una de las más jóvenes postulantes del país. Para Fuerza Republicana el resultado puede ser uno de los más importantes de los últimos tiempos porque será central para la composición final de la oposición tucumana... o podría empezar a ver el ocaso.

15) La izquierda estará muy atenta a los resultados nacionales que la ayudarán a posicionarse en el tablero político argentino. En Tucumán, la aspiración es superar los cinco puntos que les permitirá organizar con unidad el futuro electoral de 2023.

16) El Frente Amplio avanza también en su construcción política y seguramente recibirá con sonrisas cualquier resultado. Su proyecto es seguir sumando ladrillos para los comicios de 2023 y por ahora, la base está.

17) Aunque ya haya salido de la órbita política tucumana, mañana los tucumanos elegirán quiénes ocuparán las bancas que deja libre el alperovichismo. Un movimiento del peronismo al que se vendieron muchísimos dirigentes y que fue conducido por un radical de pura cepa. Hoy todo ha quedado reducido a una banca legislativa.

18) Mientras algunos se extinguen otros tratan de encender el fuego de la política. De mantenerse el resultado de las Paso, CREO, ese novel partido provincial que ha puesto en jaque a PRO de Tucumán, conseguirá una banca de diputados. Un premio muy grande para haber empezado hace tan poco.

19) A nivel nacional es inevitable que el peronismo empiece a mirar con atención a quiénes serán las figuras del mañana y cuáles sus protagonistas presidenciables. No es locura pensar que estas elecciones generales jubile a más de uno y sepulte sus ambiciones. Sergio Massa y obviamente, Alberto corren ese riesgo. En tanto, la oposición también afronta un escenario parecido. Mauricio Macri no logra levantar su imagen general, pero no tiene una grieta tan profunda en Juntos por el Cambio como la de Alberto y Cristina en el Frente de Todos.

20) Serán distritos clave para el oficialismo La Pampa, Tierra del Fuego y San Luis. Con unos cuantos votos en esos lares el oficialismo podría revertir el reparto de bancas estratégicas respecto de las PASO. Esas provincias podrán servirle a Alberto como Perico, en 1997, le sirvió a Menem para dar algunas explicaciones. Lo más difícil para el oficialismo, y decisivo para las caras de hoy, será Buenos Aires. Revertir tres o cuatro puntos podría cambiar el clima. Pero además si eso ocurriera en el Frente de Todos y pudiera revertir los resultados de Chubut y Santa Fe, Cristina no perdería el control del Senado.

Estas 20 especulaciones darán vuelta por la cabeza de los principales actores de la jornada, tanto candidatos como electores. Pero la verdad de nuestros destinos empezará a develarse mañana.

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