El Gobierno nacional insiste con aplicar un juega a dos puntas para tratar de arribar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras los indicadores financieros muestran que el margen de maniobra para “jugar” es cada vez menor. Sólo a modo de ejemplo, los títulos y bonos públicos de la Argentina ya son entre los que peores cotizan a nivel internacional entre los países emergentes, el riesgo país se desploma y las reservas están flacas. Todo ello cuando en apenas una quincena de días hay que pagar vencimientos de la deuda por cerca de U$S 2.000 millones.
Es el propio Alberto Fernández el que alterna en su rol de “policía malo” con el de “polícia bueno”. Ayer le tocó el primer papel. Dijo que el Fondo intenta imponer un programa a la Argentina. A su vez, señaló que por eso hay una demora en las negociaciones con el organismo de crédito internacional para reestructurar los pagos pendientes por el préstamo del orden de los U$S 44.000 millones que tomó el gobierno de Mauricio Macri.
“El Fondo dice en sus estatutos dice que el FMI analizará el programa que el país proponga, pero en verdad lo que intenta hacer el Fondo Monetario, una vez más, es imponernos un programa y ahí no estamos de acuerdo”, aseguró el primer mandatario en una entrevista con la radio AM 750. También reconoció que Argentina está absolutamente impedida de afrontar ese pago. “Nadie piensa seriamente en el mundo que Argentina puede pagar, entre capital e intereses, U$S 19.000 millones este año”, dijo.
Ante la pregunta sobre si el país podría ingresar en default, Fernández señaló: “la única evaluación que estoy haciendo es llegar a un acuerdo con el FMI”.
Sin embargo, aclaró que continúa la negociación de un acuerdo que le permita al país, según la mirada de las autoridades locales, crecer para poder pagar las deudas. “El Fondo tiene una cuota de responsabilidad de lo que pasó. Me parece que, más allá de la responsabilidad que cada uno tenga, el gobierno y las autoridades del fondo de entonces, habiendo entregado un préstamos incalificable en términos técnicos, a eso sobreviene una pandemia: no se le puede pedir a un país como Argentina más exigencia que la que un país puede dar”, añadió.
“La discusión es ver cómo tiene que ser el programa, si es como el que proponemos, con crecimiento para afrontar pagos, o es, otra vez, volver a la receta eterna del Fondo, que es más ajuste, achicar la economía, importar menos para que los dólares que sobren que alcancen para. Para hacer eso no estamos, por eso se demora la discusión”, aseguró.
Asimismo, llamó a todos los espacios políticos a trabajar unidos para que la negociación permita que el crecimiento no se detenga. “Este es un problema que va a atravesar a varias generaciones, a mi gobierno y el que termine y que empiece en 2027. Lo razonable es transparentar dónde estamos y dar un mensaje claro de la dimensión del problema que tiene la Argentina”, afirmó el Presidente haciendo referencia a las diferencias que hay en la oposición sobre si apoyar o no el diálogo del gobierno nacional con el Fondo.
En la versión más dialoguista del Gobierno nacional con el FMI, ayer se festejó y se hizo público que la Nación selló un encuentro en EEUU enter funcionarios de ambos países.
Según se informó, la intención es potenciar las relaciones bilaterales y darle impulso al diálogo con el Fondo por el pago de la deuda. “Será una visita muy importante donde vamos a hablar a fondo de todos los temas que hacen a las relaciones bilaterales”, expresó al diario el El Cronista el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, quien organiza la inminente visita del canciller Santiago Cafiero a Estados Unidos para reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken, uno de los funcionarios de mayor peso en la administración de Joe Biden. La visita de Cafiero a Washington, que se dará entre el 18 y 19 de enero, está planteada como una reunión de “fuerte impacto” en las relaciones bilaterales y como “un gesto de Biden de reconocer que Alberto Fernández se ha posicionado como un jugador que tiene un rol preponderante en la región latinoamericana”, al entender del embajador Argüello.
Apoyo
Stiglitz elogió la recuperación argentina
El premio Nobel Joseph Stiglitz elogió la sorprendente recuperación de la economía argentina, a la vez que se manifestó a favor de un nuevo acuerdo con el FMI que no socave la mejora que se verifica en el nivel de actividad.
“Si bien todos deberían saber a estas alturas que la austeridad es contraproducente, es posible que algunos estados miembros influyentes del FMI aún la defiendan”, dijo al aludir a los miembros del directorio del organismo que buscan que la Argentina aplique una reducción más acelerada del déficit fiscal en los próximos años para avalar un acuerdo.