Los varones respetan menos el semáforo, y los límites de velocidad y de alcoholemia

Los conductores duplican y hasta triplican las pruebas positivas de consumo de alcohol respecto de los resultados de las conductoras

SIN CASCO Y EN ROJO. Un motociclista de esta ciudad hace oídos sordos a la luz que lo obliga a detener el paso. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO SIN CASCO Y EN ROJO. Un motociclista de esta ciudad hace oídos sordos a la luz que lo obliga a detener el paso. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
24 Enero 2022

Las conductoras tienden a ser ligeramente más respetuosas de los semáforos; a manejar más despacio y a consumir menos alcohol mientras van al volante que los varones, según el primer estudio oficial de seguridad vial con perspectiva de género elaborado en la Argentina, que fue presentado el 7 de enero pasado. Entre los hallazgos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) consta que los hombres duplican y hasta triplican los resultados positivos de los tests de alcoholemia respecto de los practicados a mujeres, y suelen conducir a mayores velocidades.

Ellas y ellos expresan un nivel alto de respeto a las luces de paso en el manejo de automóviles, con una pequeña ventaja para las primeras (96,5% versus 94,5%), según el informe “Principales Indicadores de Seguridad Vial con Perspectiva de Género” (está disponible en argentina.gob.ar).

“Respecto de quienes conducen motos, se observa que el respeto del semáforo es superior entre las mujeres (84,6%) que entre los varones (77,4%). Ambos muestran un valor inferior al declarado por conductores de automóviles”, indica el estudio. Y añade: “mientras tanto, el respeto del semáforo entre ciclistas no acompaña la tendencia observada en autos y motos, dado que solo el 52% se detiene ante las luces rojas y amarillas, aunque la proporción entre conductoras es un poco más elevada en comparación con los varones (58,5% versus 49,9%)”.

La diferencia se agranda cuando se trata de analizar el consumo de alcohol. Los datos indican que los varones duplican los tests de alcoholemia positivos respecto de los resultados obtenidos por las mujeres en el caso de autos particulares. “Esta diferencia llega casi a triplicarse si se consideran los positivos entre conductoras y conductores de motos (21,8% en varones versus 8,5% en mujeres)”, expresa el análisis llevado adelante por el Observatorio Vial de la ANSV. Y agrega que respecto de los vehículos profesionales existe una menor distancia entre el porcentaje de consumo femenino y masculino (6,3% en mujeres versus 8,5% en varones). “No obstante, es importante recordar el escaso peso que tiene la conducción femenina en el transporte profesional”, advierte el informe. Y concluye que, en síntesis, el factor de riesgo que involucra el consumo de alcohol en la conducción de vehículos tiene una mayor prevalencia entre los varones que entre las mujeres, y que, por ende, los primeros están expuestos a un mayor riesgo en el desencadenamiento de siniestros viales.

Ellos van más rápido

La primera entrega de esta serie había llamado la atención sobre el hecho de que las mujeres poseen alrededor de un tercio de los carnés de conducir activos en el país, pero manejan efectivamente dos de cada 10 vehículos. La ANSV sugiere que esto puede obedecer a que, ante el caso de compartir posesión de vehículo, por cuestiones culturales es el varón quien asume la posición del conductor más allá de que la mujer también tenga acceso a una licencia. “Los datos expuestos sobre la conducción en Argentina indican que la actividad de conducir es una práctica eminentemente masculina, exponiéndose los varones a una mayor probabilidad de verse involucrados en siniestros viales”, refiere el organismo.

La segunda entrega había hecho hincapié en que las mujeres son más prudentes y disciplinadas que los varones para colocarse el cinturón de seguridad cuando van en el auto, pero la situación se invierte respecto de la moto y de la bicicleta, donde ellos muestran mayor disposición para ponerse el casco. El documento de la ANSV recuerda que, en la Argentina, la siniestralidad vial es considerada una epidemia puesto que hay casi 11 víctimas fatales cada 100.000 habitantes. Según datos oficiales, 4.911 personas fallecieron por esta causa en 2019: si se suman los casi 117.000 heridos, el total de víctimas directas de la inseguridad vial para aquel año asciende a 122.061.

Un aspecto clave para evitar los accidentes es manejar con arreglo a las velocidades mínimas y máximas indicadas en cada situación. “Cuanto más elevada es la velocidad de circulación de un vehículo, mayor es la distancia para poder frenar y, consecuentemente, mayor el riesgo de sufrir una colisión y de ocasionar daños. Probablemente, la velocidad sea el factor de riesgo de la seguridad vial más crítico por la magnitud de las consecuencias que genera”, observa la ANSV. Las mujeres parecen más sensibles a este peligro que los varones. “Con base a lo que declararon, son las conductoras quienes muestran una mayor conciencia del riesgo que conlleva conducir un automóvil sin atender a los límites de velocidad señalizados”, expresa la agencia nacional.

En promedio para todos los tipos de vía y para la conducción de autos, los varones (21%) declaran que suelen sobrepasar los límites de velocidad permitidos en mayor medida que las mujeres (14%). En el supuesto de las motos se presenta el mismo fenómeno: los varones (16%) afirman que suelen exceder el límite de velocidad más que las mujeres (7%).

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