04 Febrero 2022
Máximo Kirchner. CAPTURA DE VIDEO
La renuncia de Máximo Kirchner ya postergó una semana el inició real del periodo de sesiones extraordinarias en Diputados y hasta hay dudas en el Congreso de que se llegue a realizar sesiones en el recinto durante el mes de febrero. Continúan las discusiones dentro del Frente de Todos por la definición de las autoridades del bloque.
En Diputados, fuentes del oficialismo y de la oposición coinciden al menos en un punto: todavía no se avanzó en ninguna negociación para acordar la integración de las comisiones y sus autoridades.
Luego de que el Gobierno anunciara un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Máximo Kirchner renunció formalmente este lunes a la presidencia del bloque del Frente de Todos con duras críticas a la negociación llevada adelante por Alberto Fernández y Martín Guzmán.
Las sesiones extraordinarias convocadas por el Presidente comenzaron formalmente este martes 1 de febrero.
Recién la próxima semana que viene, según fuentes parlamentarias, los equipos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio se reunirían para definir las comisiones, paso previo necesario para empezar el tratamiento de cualquier proyecto de los propuestos por el Ejecutivo para las extraordinarias.
Por otra parte, en el Senado, donde manda Cristina Kirchner, por ahora no hay ninguna sesión prevista al menos hasta la sesión preparatoria, informaron en la presidencia del bloque oficialista.
La sesión preparatoria es la que suele realizarse todos los años el 24 de febrero para designar autoridades y fijar los días y horas de sesiones ordinarias. En otras palabras, no hay nada previsto para este mes de extraordinarias.
En la Cámara Baja hay una veintena de diputados -entre miembros de La Cámpora y legisladores vinculados a los movimientos sociales y el gremialismo- que responden a Máximo y Cristina Kirchner.
Por ahora, en el oficialismo, si bien no descartan una posible fisura a la hora de votar el acuerdo con el FMI (el día que este llegue al Congreso), sí descartan un quiebre formal, es decir, una división del Frente de Todos.
Máximo, después de todo, renunció a la titularidad del bloque, pero no a su banca ni a su influencia en la bancada.
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