El Gobierno nacional buscará avanzar con las provincias en una modificación de las valuaciones fiscales de los inmuebles para acercarlos a su valor de mercado, de manera de que a lo largo del programa que se busca aprobar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga un impacto positivo en torno al 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI). Así lo confirmó la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont. El Organismo Federal de Valuaciones de Inmuebles (Ofevi) se encargará de recabar los datos de todo el país y hacer los respectivos cálculos de acuerdo con la ubicación de las viviendas.
Este proceso, que ya había sido avalado por los gobernadores al firmar, en diciembre pasado, el Consenso Fiscal, significará un duro golpe al bolsillo de la clase media, especialmente. Según un informe elaborado por la consultora Focus Market y el Estudio Canteli, una persona que cuenta con su casa habitación, dos departamentos y Bienes del Hogar gravados en la declaración de Bienes Personales por $ 3,6 millones, por no superar el mínimo no imponible de Bienes Personales hoy no está sujeto a pagar el impuesto. Con los mismos bienes declarados y con el revalúo inmobiliario presentado como base de sustentación recaudatoria en el acuerdo con el FMI tendría un total de Bienes gravados por $ 15,5 millones. Así, sobre el excedente, debería empezarle a pagar al fisco $ 71.174,70 .
“El revalúo inmobiliario presenta una trampa mortal para el contribuyente ya que se incrementa la valuación fiscal de su propiedad, pero no se ajusta los mínimos no imponibles por inflación histórica desde la creación del impuesto de bienes personales hasta hoy. El impuesto se creó en 1991 y sería solo por 8 años es decir hasta 1999. La inflación acumulada desde ese momento hasta ahora en Argentina es de 15.000 %. Es decir, el mínimo no imponible debería ser de $ 16 millones y es de $ 6 millones. Es una trampa letal en la que se intenta atrapar a miles de contribuyentes”, indicó Damián Di Pace, director de Focus Market
Según el consultor, el efecto del revalúo traerá aparejado varios perjuicios no analizados por la política una vez más por solo pensar en el objetivo recaudatorio de corto plazo. “Habrá una caída de la inversión privada en el sector de la construcción gran generador de movimiento en la industria y el empleo. Incremento de la oferta en venta de inmuebles con la consecuente caída del precio del metro cuadrado de la construcción por falta de demanda. Consecuentemente, mayor retiro de la oferta de vivienda en alquiler con suba de precios de los alquileres”, detalló.
Por último, Di Pace dijo que generará algo que ya venía provocando la ley de alquileres: el desplazamiento de las inversiones en el sector de la construcción e inmobiliario hacia mercados donde no solo no cobran bienes personales, sino que tienen excepciones fiscales como Uruguay, Paraguay y ciertas jurisdicciones de los Estados Unidos.