El Cadillal necesita atención de sus problemas

15 Marzo 2022

La villa El Cadillal se ha convertido en un foco de atención tucumano a raíz de la convocatoria que ha tenido como centro veraniego y como imán de visitas durante todo el año en busca de descanso y de esparcimiento. Tanto ha crecido que ahora ha sido objeto de atención por un proyecto legislativo para que se cobre peaje en la ruta 347, de acceso a la villa veraniega, y también por el airado reclamo de los residentes en la villa, que advierten que el sistema de peaje les va a crear inconvenientes y que en realidad hay problemas urgentes que resolver, como el de la inseguridad, además de la falta de agua, iluminación y transporte.

En efecto, El Cadillal ha tenido un sustancial crecimiento en los últimos años, desde que recibió una atención especial del área de Turismo para posicionar el embalse como sitio preferencial de visitas. Se ha jerarquizado la zona central con cafeterías y restaurantes, se cambió el uso de los balnearios, se comenzaron a brindar servicios básicos (como recolección de residuos, cajero automático, provisión de farmacia y mínima actuación de seguridad), así como se reflotaron actividades de interés como la aerosilla. Todo esto en un marco más general de atractivos del área, como la cascada de Aguas Chiquitas, la zona de las esclusas y el recorrido por el río Loro, así como los diferentes balnearios ubicados en diferentes sectores, incluso en la zona cercana a Ticucho.

Esos cambios han ido acompañados de un creciente interés de la población tucumana y de turistas por visitar El Cadillal, a tal punto que la temporada de veraniega ha estado sustentada en fuerte alquiler de residencias de verano, que se agrega como fenómeno al ya tradicional uso de predios en El Cadillal por parte de clubes y sindicatos, además del crecimiento que ha tenido en residentes particulares y pequeños negocios.

Esta faz positiva, no obstante, ha tenido un costado oscuro en estos años, que ha sido la usurpación de terrenos que, por fortuna, ha sido enfrentada con remedios legales a través de acciones en la Fiscalía de Estado, también promovidas por el Ente de Turismo. Esto ha derivado en un cambio sustancial en el lugar, que parece haber dejado de ser un sitio veraniego en el cual había riesgo de ocupaciones irregulares para pasar a un cierto ordenamiento que da previsibilidad para emprendimientos, paseo y residencia. Eso, aparentemente, ha dado lugar también al proyecto de instalar un peaje, en vista de la afluencia de visitantes y con la ilusión de que eso permitiría el flujo de dinero para realizar cambios en lo que hace a mantenimiento de caminos y seguridad. Este proyecto ha sido cuestionado, puntualmente, porque un peaje debe sustentarse en la posibilidad de que haya caminos alternativos y porque no se puede esperar que el sostén de servicios normales en una comunidad sea una fuente de este estilo. En ese sentido, los habitantes de la villa reclaman por los servicios que deberían dar tanto la comuna como la Provincia a un sitio distante apenas 26 kilómetros de San Miguel de Tucumán y que parece olvidado por las autoridades. Hablan de transporte constante y eficiente, seguridad en un área asolada por los robos, iluminación acorde con el crecimiento y agua potable, lo cual es una paradoja por ser este lugar el proveedor de líquido al gran San Miguel.

Conviene que se estudie lo que necesita El Cadillal en función de la realidad de sus habitantes y en consideración del crecimiento que, se estima, va a tener en el futuro. Esos problemas básicos por los cuales están haciendo reclamos deberían ser resueltos cuanto antes.

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