Con una nueva constitución, el Papa Francisco brinda más derechos a las mujeres

Una reforma de la Curia que permite mayor participación de laicos (incluidas mujeres) en las funciones de gobierno. Transparencia.

CARTA MAGNA. La nueva constitución fue presentada en el noveno aniversario del papado de Francisco. reuters CARTA MAGNA. La nueva constitución fue presentada en el noveno aniversario del papado de Francisco. reuters
21 Marzo 2022

Tarde o temprano tenía que suceder. Antes de su asunción como Papa, Jorge Bergoglio hizo promesas sobre reformas que haría en la Iglesia. Y cumplió: se necesitaron nueve años de reuniones para llegar a ‘Praedicate Evangelium’ (Prediquen el Evangelio), la nueva constitución del Vaticano, que reemplaza el texto legislativo “Pastor Bonus” (Buen Pastor) de 1988, propuesta por Juan Pablo II.

La nueva carta magna entrará en vigor el 5 de junio (en Pentecostés), pero incluye y pone en regla reformas ya aplicadas desde la asunción de Francisco a la fecha. La nueva Constitución Apostólica sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia y al mundo fue publicada el pasado sábado en la solemnidad de San José; uno de los principales objetivos es darle una estructura más misionera a la Curia.

El nuevo texto será presentado hoy a las 11.30 en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, y es resultado de “un largo trabajo colegial, que comenzó desde las reuniones del pre-cónclave de 2013 e implicó al Consejo de Cardenales con reuniones desde octubre de 2013 hasta el pasado mes de febrero, y continuó bajo la dirección del Papa con diversas aportaciones de las Iglesias de todo el mundo”, según informó el sitio Vatican News.

Según explica la web oficial de noticias del Vaticano, esta nueva Constitución confirma por escrito el camino de reforma que se viene realizando desde 2013.

Lugar en la diligencia

La modificación que más ruido ha hecho en las últimas horas tiene que ver con la apertura hacia los laicos en funciones de gobierno. El nuevo preámbulo recuerda que todo cristiano es un discípulo misionero y que todos pueden participar en los puestos de decisión de la Curia.

“Todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede dejar de tenerse en cuenta en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad”, asegura el documento.

Con esta novedad, se abre el camino a que las mujeres laicas puedan acceder a los puestos importantes del Vaticano. Y es que históricamente, gran parte de los cargos de gobierno en el Vaticano han sido ocupados por clérigos masculinos, generalmente cardenales. A partir de ahora, cualquier fiel puede estar a cargo de un dicasterio (departamento de la Curia), siempre y cuando sea aceptado por el Papa.

Esta modificación, en realidad, sigue la línea de algunas ya tomadas por Francisco antes. En el último tiempo, mujeres fueron nombradas en cargos que antes se reservaban exclusivamente para obispos. Por ejemplo, en noviembre pasado, se le dió un puesto en la Secretaría General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano a la religiosa franciscana Raffaella Petrini. Y esto muestra una tendencia que crecerá: en más de una ocasión, Bergoglio ya había indicado que no tendría problema alguno en designar a una mujer al frente de un dicasterio. Ahora eso es realidad.

Más novedades

El nuevo texto -que coincide con un nuevo aniversario del Pontificado de Francisco- incorpora la Comisión para la Protección de Menores del Vaticano; es un órgano de carácter consultivo para el Papa, que se encarga de la supervisión de las investigaciones canónicas de los casos de abuso sexual en el clero. El Cardenal Sean O’Malley, que está a cargo del organismo, aseguró a la prensa que se trata de un “avance significativo que dará peso institucional a la lucha contra una lacra que ha asolado a la Iglesia a nivel mundial”.

La constitución también establece un mandato de cinco años para clérigos y religiosos en servicio en la Curia Romana (el Vaticano), con la posibilidad de renovar otro periodo.

“Por regla general, después de cinco años, los funcionarios clericales y los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica que han servido en las Instituciones y Oficinas Curiales vuelven a la atención pastoral en su diócesis/parroquia, o en los Institutos o Sociedades a los que pertenecen. Si los Superiores de la Curia Romana lo consideran oportuno, el servicio podrá ser prorrogado por un nuevo período de cinco años”, expresa el texto difundido.

Además, con esta actualización se busca brindar más transparencia financiera a la gestión papal.

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