Pensar de modo integral las obras públicas

22 Marzo 2022

El proyectado pero no ejecutado canal La Rinconada se convirtió en el foco de debates a propósito de las emergencias e inquietudes vividas a raíz de las tormentas en Yerba Buena. Hace tres semanas, el canal Yerba Buena, que se encuentra muy deteriorado en algunas zonas, se desbordó y obligó a la evacuación de un colegio y fue responsable de que el agua ingresara a algunas viviendas en La Rinconada. Entonces se habló del proyecto de formar lagunas de laminación en el predio que tiene la UNT en El Manantial, además de arreglos en el canal Yerba Buena, como una forma de atenuar la emergencia que genera el agua, pero surgió entonces la discusión sobre el otro canal.

El acueducto estaba proyectado hace 15 años, según un ingeniero que lo previó para la Dirección del Agua. Esta previsión se dio en el marco de un plan director elaborado por la UNT en 2003, al cual se ajustaron las políticas en Yerba Buena, según el encargado del programa en la “ciudad jardín”, quien mencionó que en 2006 se hizo un programa sobre desagües y que en ese marco se hicieron los canales del Boulevard 9 de Julio y los llamados San Luis, Solano Vera y Colón y el colector Aconquija, y que quedó pendiente la obra de desembocadura del canal Yerba Buena, la cual ya acusaba gran fragilidad. Se planteó como salida provisoria las lagunas de laminación hasta que se concretara el canal La Rinconada

Pero este canal, en estos 15 años, ha quedado en zona que fue urbanizándose cada vez más, mientras se esperaban los fondos nacionales para llevarlo a cabo. Según el director provincial del Agua, “son proyectos grandes que no los puede sostener la provincia”. Pero, evidentemente, mientras se esperaba eso, el crecimiento de la ciudad y de zonas aledañas a Yerba Buena ha ido imponiendo otros desafíos. La cuestión es si la emergencia de estos días plantea fuertes inquietudes hacia el futuro. El intendente de Yerba Buena ha opinado que las tormentas de hace tres semanas han sido extraordinarias y que, en general, la estructura ha respondido bien. Plantea, no obstante, el problema de fondo está en resolver problemas más arriba en el cerro con trabajos de gaviones y diques de contención, y en la parte baja reparar los canales golpeados. El responsable del plan de 2006 dice que hay que actualizarlo y observar el problema de los caudales que bajan del cerro hacia la avenida Perón y que para ello habría que actuar en forma rápida y combinada con la UNT. Un ambientalista, por otra parte, afirma que deberían sentarse Medio Ambiente, la Dirección del Agua, el Instituto de Vivienda y Vialidad, y “empezar a trabajar esto como una cuenca, en forma integral”. También recomienda reforestar en todos los lugares en que se pueda.

Finalmente, ha llamado la atención un informe de un abogado que trabajó en el programa DAMI elaborado por la UNT en 2003 para estudiar el Gran Tucumán. Dijo que el documento final se recopiló en un tomo de 1.300 páginas y 300 mapas e infogramas, y que ningún ente estatal ni privado se hizo cargo de su publicación. El experto habló de falta de vinculación entre la UNT y las fuerzas políticas gobernantes, “que persisten en el día a día sin ninguna visión estratégica”.

Acaso se dirá que los programas hídricos se vienen cumpliendo medianamente, limitados por la eterna coyuntura económica. Pero lo cierto es que muchos aspectos de esos programas –como el canal La Rinconada- son sobrepasados por la evolución urbana. Bueno sería comenzar a pensar de modo integral en materia de obras públicas, puesto que lo que se hace y lo que se deja hacer, así como lo que no se lleva a cabo, tienen directa incidencia en el desarrollo de la comunidad.

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