Sri Lanka entró en default y no pagará su deuda externa

"Es un cese de pagos preventivo y negociado. Lo negociamos con los acreedores", dijo el gobernador del Banco Central, Nandalal Weerasinghe.

EN CRISIS. Se multiplican las protestas en Sri Lanka. EN CRISIS. Se multiplican las protestas en Sri Lanka. REUTERS
12 Abril 2022

En medio de una de las peores crisis económicas de su historia, Sri Lanka se declaró en default y suspendió el pago de su deuda externa, que asciende a U$S 51.000 millones.

El país vive una fuerte crisis social, donde sus 22 millones de habitantes sufren diariamente escasez de alimentos, combustible y cortes de electricidad. Incluso en los últimos días manifestantes intentaron asaltar las casas de los gobernantes, mientras las fuerzas de seguridad dispersaban a los ciudadanos con gases lacrimógenos y balas de goma.

"Ya no somos capaces de pagar la deuda exterior", declaró el martes a la prensa el gobernador del Banco Central, Nandalal Weerasinghe. "Es un cese de pagos preventivo y negociado. Lo negociamos con los acreedores", añadió.

El Ministerio de Finanzas anunció la suspensión de todas sus obligaciones externas, incluidos los préstamos de gobiernos extranjeros, antes de un rescate previsto del Fondo Monetario Internacional (FM, publicó Ámbito.

"El gobierno solo toma esta medida como último recurso, con el objetivo de evitar un nuevo deterioro de la situación financiera de la República", indicó un comunicado del ministerio, explicando que los acreedores pueden capitalizar los pagos de intereses que se les adeudan u optar por el reembolso en rupias.

La crisis económica de Sri Lanka comenzó con la pandemia de Covid-19, que redujo los ingresos vitales del turismo y las remesas, y llevó a la imposibilidad de importar bienes esenciales. El gobierno prohibió entonces las importaciones para conservar sus reservas de divisas y utilizarlas para reembolsar la deuda que ahora dejó de pagar. A esto se le sumó años de endeudamiento acumulado y los recortes fiscales.

La crisis social es tal que cada día se forman largas filas en toda la isla para comprar los escasos suministros disponibles de gasolina, gas y querosen para las cocinas. El domingo, médicos advirtieron que estaban al límite de las reservas de medicamentos vitales, y que la crisis económica podría causar más víctimas en la isla que la pandemia.

Varios establecimientos ya suspendieron operaciones de rutina desde el mes pasado porque faltaban anestésicos. La asociación médica alertó que incluso las operaciones urgentes pronto dejarían de ser posibles.

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