Denuncian que un comedor se quedó sin comida por una decisión administrativa y discriminatoria

Desde hace tiempo el Comedor de Noche Costanera viene recibiendo menos alimentos, hoy en la Secretaria de Estado de Políticas Integrales sobre Adicciones ya no autorizaron a retirarlos.

La mamás cocinan en sus patios de casa para el comedor Costanera La mamás cocinan en sus patios de casa para el comedor Costanera
19 Abril 2022

El Comedor de Noche del barrio Costanera denunció que “por decisiones políticas poco empática y hasta discriminatorias con la comunidad” los chicos hoy no recibieron los alimentos en la Secretaria de Estado de Políticas Integrales sobre Adicciones.

“Dijeron que no estaba autorizado por una decisión del administrativo Carlos Gabriel San Juan”, cuenta Emilio Mustafá, psicólogo social y especialista en adicciones. El argumento que le dieron en la Secretaría fue que “no había unos papeles administrativos”.

Según explica, desde hace unos meses el comedor -que funciona como dispositivo para la prevención de las adicciones- viene recibiendo menos alimentos, pero hoy la decisión ya fue desautorizar la entrega total. “No se va a poder cocinar hoy. La Secretaria nos daba la carne que es lo más caro y algo de verdura”, comenta y espera poder hacer “una vaquita” entre los vecinos para preparar algo de comer para más de 80 chicos que concurren al lugar.

“Esto no es un comedor común”, recuerda Mustafá. “Es un dispositivo en adicciones y el objetivo central es trabajar, a través de la comida, la prevención; con muchos chicos y mamás que van a cocinar generamos el espacio de salud. Ahí nos podemos acercar a los chicos que están en consumo y generar algún tipo de vínculo para llevarlos a los médicos”, aclara.

Este dispositivo lleva trabajando hace siete años y, pese al tiempo de desarrollo, la gente del lugar se siente discriminada. Además de que hoy no puedan cocinar por la falta de entrega de alimentos, los vecinos manifestaron su malestar porque siguen cocinando en los patios de sus casas para el comedor, porque no los autorizaron cocinar en el Cepla de la Costanera. “Ellos se sienten discriminados en su propio barrio por un espacio que ellos mismo lucharon para que se construya”, advierte el psicólogo social.

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