Avances y retrocesos en el Incaa

La mirada de Gustavo Caro sobre el apoyo a la producción fílmica.

UN PROYECTO A MEDIAS. El Incaa tiene defectos. UN PROYECTO A MEDIAS. El Incaa tiene defectos.
20 Abril 2022

“El Instituto Nacional de Cine (Incaa) nunca funcionó a pleno en sintonía con la Ley de Cine de 1994”, afirmó Gustavo Caro, documentalista y docente de la Escuela de Cine de la UNT.

“En fomento público, desde mediados de la primera década de este siglo se empezó a diversificar, a democratizar y a federalizar. La creación de la vía digital financia documentales producidos en ese formato y trajo aparejado un abaratamiento en los costos que hasta ahí se presupuestaban en fílmico. Esa adecuación a la realidad incluyó también a la ficción. A esto le sumamos que la sanción de la Ley de Medios en 2009 sumó la producción de contenidos televisivos y de web, cuyos fondos administró el Incaa, y pudimos ver una etapa de mucha producción. Eso duró hasta mediados de la década pasada”, describió.

Caro agregó que, con el macrismo, el acceso al financiamiento estatal se dificultó. “El Incaa diseñó planes de fomento restrictivos -dijo-. Fue un retroceso para el sector, sobre todo en las provincias, ya que se priorizaba un tipo de producción industrial en detrimento de la diversidad alcanzada en los años previos. Y en dos años de la gestión de Luis Puenzo no se modificó esa realidad”.

Con su remoción, hay expectativas en la comunidad audiovisual de que las cosas cambien. “En el Congreso de la Nación circula un proyecto que propone extender la vigencia de los fondos al 31 de diciembre de 2072. Es decir, 50 años -mencionó-. Cuenta con estado parlamentario y estamos bregando para que sea tratado. Sólo depende de la voluntad política de los bloques legislativos. Este es el panorama que enfrentamos”.

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