22 Abril 2022
Los accidentes de tránsito representan una tragedia interminable. Son la principal causa de mortalidad en la población joven. Además, estos incidentes dejan miles de discapacitados por año. Según las estadísticas de la asociación civil “Luchemos por la vida”, el año pasado se registraron en todo el país 5.957 muertes en incidentes viales. En Tucumán, se contabilizaron 319 decesos en calles y rutas, lo que nos ubica en el cuarto puesto de la provincias con más siniestros mortales. En un intento por hacer descender estas cifras, y aun cuando las autoridades dijeron que están disminuyendo los casos de accidentes, en estos días se anunció que muy pronto comenzará a aplicarse el scoring, o sistema de carnet por puntos.
El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, aseguró que el sistema nacional de descuento de puntos en la licencia de conducir por infracciones de tránsito va a estar listo de aquí a pocas semanas. Después de 11 años de su creación, podría convertirse en una realidad este año.
Sin dudas la aplicación del scoring implica un avance porque la gran mayoría de los accidentes se producen a raíz de imprudencias. Sin embargo, nos preguntamos ¿es posible el autocontrol por miedo a la pérdida de la licencia?
Para muchas personas, incurrir en violaciones de las normas viales es algo cotidiano. El uso del celular mientras se conduce es la más habitual. También cruzar cuando el semáforo está en rojo o circular con exceso de velocidad.
Hasta el momento, el sistema de control infracciones y penalizacón que tenemos en la provincia y en el país ha demostrado que no resulta suficientemente disuasivo y no contribuye a la prevención. Cuando las normas tienen un único fin recaudatorio, no ayudan a crear más conciencia.
El scoring puede llegar a plantear un cambio en ese sentido. Con este sistema, cada conductor tendrá un crédito inicial de 20 puntos que se irán descontando por cada infracción que cometa. A eso hay que sumarle una multa. Además, para volver a ponerse frente al volante después de haber perdido todos los puntos, hay que hacer cursos de educación vial.
Pero también hay que aclarar que el scoring por sí solo no puede hacer milagros. Se necesita más educación vial y más controles. Para las faltas graves, como las picadas o conducir alcoholizados, se necesitan controles en la calle, con mucha y muy fuerte presencia de agentes. La experiencia del carnet por puntos en la Ciudad de Buenos Aires muestra que la cantidad de conductores que perdieron puntos o fueron inhabilitados a través del scoring es muy leve. Uno de los grandes inconvenientes tiene que ver con la identificación de los infractores. La quita de puntos recae sobre el titular registral del vehículo, a excepción de que el conductor se encuentre identificado y sea distinto de aquél.
El carnet es un método que funciona muy bien en muchos lugares del mundo. Es fundamental, cuando antes, un compromiso fuerte de los gobiernos para llevarlo adelante. Pero también se necesita ir a fondo con la educación vial. De esta manera, los conductores corregirán sus conductas y no verán al scoring solo como una sanción, sino como la oportunidad de cambiar, algo fundamental cuando son tantas las vidas que están en juego.
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