Crisis mundial de las criptomonedas: tres claves para entender su origen y el impacto en Argentina

Caídas dramáticas y desconfianza por parte de los inversores.

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13 Mayo 2022

El mercado de las criptomonedas sufrió una dramática caída en las últimas jornadas, al punto de haberse constatado pérdidas generalizadas por 200.000 millones de dólares en un sólo día. En paralelo, esta crisis también causó una ola de desconfianza sobre los inversores de todas las escalas.

Los mercados financieros están atravesando un momento complicado, debido al impacto de los efectos de la invasión rusa a Ucrania, de la suba de las commodities y del impulso sobre la inflación a nivel global. En este escenario, todos los activos de riesgo fueron impactados por la suba de tasas dispuesta por la Reserva Federal. Y a la hora de las inversiones riesgosas, las cripto estaban al tope de la lista, detalla un informe de Infobae.

Si bien otros activos de alta volatilidad -como las acciones tecnológicas y los bonos de alto rendimiento- también se vieron golpeados, lo de las criptomonedas alcanzó niveles más que preocupantes. Según The Economist, “la infraestructura cripto está quebrada” y la crisis observada en los últimos días lleva el sello de los viejos colapsos financieros de antaño. La magnitud del cimbronazo es difícil de ser cuantificada, pero tres factores ayudan a explicar su alcance.

1) La debacle se inició en los criptoactivos que ofrecían mayor seguridad por estar atados a las monedas convencionales. El punto de partida de la crisis estuvo en las stablecoins o monedas estables, aquellas que tienen atado su valor al dólar y las monedas tradicionales y con ello brindan mayor previsibilidad en el volátil universo cripto. Se supone que las monedas estables algorítmicas, al igual que sus homólogas más “tradicionales”, tienen la virtud de proporcionar calma en el caos. Pero fue justamente allí donde empezaron los problemas. La stablecoin TerraUSD, o UST, en lugar de cotizar a 1 dólar como estaba previsto, cayó a 99 centavos hace solo 5 días. Pocas horas después se desplomó a 60 centavos y comenzó con las fluctuaciones violentas. Por estas horas, apenas consigue sostenerse por encima de los 20 centavos.

Los emisores de stablecoins convencionales, como USDT o USDC, sostienen que sus tokens están respaldados por activos “reales”, como efectivo o bonos de alta calificación, en una proporción de 1 a 1. Estas monedas mantienen su paridad porque, según la teoría, pueden cambiarse fácilmente por dinero en efectivo o por equivalentes de efectivo de gran liquidez. En cambio, las monedas estables algorítmicas como UST intentan mantener su valor mediante una combinación de instrucciones codificadas en programas informáticos y una gestión activa de tesorería. El algoritmo falló y ahora cada stablecoin deberá justificar por qué no correrá la misma suerte de UST, consignó Infobae.

2) La crisis de confianza se extendió a todo el ecosistema cripto y todos sus principios fueron puestos en duda. Cada criptomoneda tiene detrás un proyecto financiero y tecnológico, que a menudo difieren mucho entre sí. Ninguna de ellas pudo escapar. Ni siquiera el Bitcoin, la cripto más popular y más comercializada en el mundo, que quedó por debajo de los USD 30.000 –con mínimos de USD 26.300– cuando menos de un año atrás, en julio de 2021, había tocado su precio máximo de USD 69.000. Su caída en el año superó el 35% (pasadas las 00 de hoy cotizaba en USD 30.300). Ether tampoco pudo mantenerse al margen; su baja fue aún superior, del 45%.

Otra criptomonedas que habían tenido su momento de gloria en los últimos meses, como Cardano o Solana, también sintieron el cimbronazo, con pérdidas superiores al 40% en la últimas semana. Y por supuesto, como es de esperar, todas las miradas apuntan a las demás stablecoins. Durante el miércoles, una leve baja de USDT, aún dentro de la fluctuación entre los 99 centavos y un dólar, causó gran alarma.

3) Por primera vez se atravesó una crisis de gran profundidad sin la presencia de un regulador. Millones de inversores en todo el mundo comenzaron a transformar la sensación de autonomía que ofrecían las cripto en un sentimiento de indefensión. La naturaleza del mundo cripto, su objetivo de ser un ecosistema desregulado, descentralizado y libre de toda posibilidad de control, hace que los inversores estén completamente por su cuenta.

Coinbase, la plataforma de criptomonedas más utilizada en EEUU, debió informar a la Bolsa que los millones de usuarios que usan sus sistemas no tienen siquiera derecho a reclamarlas en caso de que las cosas vayan mal y que la compañía caiga en bancarrota. “Los criptoactivos que mantenemos en custodia en nombre de nuestros clientes podrían estar sujetos a procedimientos de quiebra y dichos clientes podrían ser tratados como nuestros acreedores generales no garantizados”, afirmó Coinbase en su presentación. Dicho más simple: en caso de quiebra, las tenencias de los usuarios de Coinbase no son de ellos, sino que son parte de los activos que la empresa puede liquidar para saldar deudas. El escenario es de gran preocupación para todos los mercados. “La era del dinero gratis en Estados Unidos ha llegado a su fin y están apareciendo grietas en todo tipo de mercados financieros”, sentenció el artículo de The Economist.

Cómo afectará a los inversores argentinos

Carlos Maslatón, también en una nota con Infobae, advirtió que este escenario es parte de una corrección habitual y que la caída “está en estado avanzado de desarrollo y próxima a finalizar”.

“A los inversores argentinos les afectará sólo si estaban apalancados en cripto. Ahí el mercado los fusiló y los obligó a reducir posiciones por imposibilidad de mantener algo con deuda. Generacionalmente, esto ajusta a nuevos de participantes, cientos de miles que se tomaron esto como un juego: compraron una cripto, se apalancaron con otra y compraron una tercera. Esto no es un juego de azar, es serio: toda generación de debutantes pasa por liquidaciones de esas características. Es un fenómeno global, no sólo pasa acá y con cripto”, destacó. Además, recomendó a los recién llegados a este universo de inversiones estudiar las opciones y entender que “el mercado no es un tire y pegue, ni un juego de azar”.

Juan José Méndez, Chief Brand Officer de Ripio, afirmó que el ecosistema cripto está pasando por un ciclo bajista, lo cual es habitual. “Tal vez la magnitud de esta bajada sea un poco más impresionante por el contexto, pero el mercado cripto y su ecosistema de usuarios y desarrolladores están habituados a esas fluctuaciones. El mundo cripto tuvo un crecimiento fenomenal en todos sus aspectos en los últimos dos años, y es frecuente que después de grandes alzas vengan momentos de corrección de precios y ciclos bajistas. Cómo puede desarrollarse este ciclo es imposible de predecir. Lo singular que tiene esta bajada tan pronunciada es lo que ocurrió con uno de los mecanismos que tiene el mercado para resistir las bajas, que son las stablecoins”, detalló.

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