La Organización Mundial del Comercio (OMC) acordó levantar temporalmente los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas contra la covid-19. La resolución se alcanza luego de casi 20 meses durante los cuales se mantuvo el tema en debate.
El anuncio recibió críticas por parte de Organizaciones no Gubernamentales (ONG), debido a que consideran que la medida es limitada, porque no alcanza ni a los tests ni a los tratamientos contra la enfermedad y a que solo regirá durante un lapso de cinco años, tras los cuales se deberá volver a pagar la patente.
Los 164 países miembro de la OMC alcanzaron ese pacto, calificado de "sin precedentes" por la directora del organismo, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala. La resolución se debatió durante la XIIª Conferencia Ministerial, que terminó durante la madrugada del viernes en Ginebra (Suiza), casi un día y medio más tarde que lo previsto.
La resolución permite a los países en vías de desarrollo fabricar durante cinco años las vacunas contra la covid-19 que ya se administran de forma masiva sin pagar por las patentes. Incluye la tecnología del ARN mensajero, de las vacunas Pfizer y Moderna, una novedad científica. Los países podrán utilizar ese método sin necesidad de que cuenten con la autorización del laboratorio que lo descubrió.
Miembros de diversas ONG plantearon varias críticas a la resolución. Una de las principales tiene que ver con que el texto no obliga a las empresas propietarias de las patentes a compartir su tecnología ni los datos de sus ensayos clínicos, que seguirán protegidos bajo secreto comercial.
Además, rechazan el plazo de cinco años para la excepción, la limitación que impone para exportar vacunas a otros países y que el acuerdo no haya incluido tests y otros tratamientos que se usan para detectar y para combatir la covid-19.
"Nos decepciona que la suspensión de patentes propuesta en octubre de 2020, que hubiera cubierto todas las herramientas médicas para todos los países, no haya podido lograrse, ni siquiera durante una pandemia que causó más de 15 millones de muertos", apuntó mediante un comunicado el presidente de la organización Médicos Sin Fronteras, Christos Christou.
Aludió al proyecto original, que fue presentado el 2 de octubre de 2020 por la India y por Sudáfrica en la OMC, mucho más abarcativo en las exenciones.
Esa iniciativa, respaldada por más de 100 países -entre ellos, la Argentina- exigía levantar por al menos tres años los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, sobre los tratamientos y sobre los diagnósticos contra la covid-19.
Los países de la Unión Europea (UE), Suiza y Reino Unido, sedes de grandes farmacéuticas, fueron sus principales opositores, y presentaron su propio texto que pedía crear un acuerdo multilateral que incluya precios asequibles de las vacunas a los países que más lo necesiten y facilitar el uso de licencias obligatorias, lo que permitiría que más laboratorios desarrollen fármacos genéricos a cambio del pago de un canon a aquellos que poseen las patentes.
Esta situación frenó cualquier tipo de avances en la discusión, hasta que en marzo la UE, Estados Unidos, India y Sudáfrica lograron elevar una iniciativa común que limitó el levantamiento de patentes solo a vacunas, estableció un período de tres a cinco años de duración y que solo beneficiará a naciones que hayan fabricado menos del 10% de las exportaciones mundiales de vacunas el año pasado.
Con este último texto como base, se alcanzó este acuerdo que llega cuando, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de la población mundial recibió dos dosis de vacuna contra la covid-19, pero con un panorama muy desigual: en Nigeria solo fue inmunizado un 8% de sus habitantes; en Camerún, menos de un 5%, y en Libia, un 17%.