Mateo Martínez: “Todos estamos de acuerdo en que Enfermería sea Facultad”

Finalmente, el agua no llegará al río, por lo menos, en lo que se refiere a la posible concreción del traspaso de la Escuela de Enfermería a la órbita del Rectorado de la UNT el martes próximo, en la sesión del Consejo Superior de la casa de estudios. Un grupo de estudiantes viene reclamando que la Escuela sea elevada al rango de Facultad; que deje de depender de Medicina, pasar al Rectorado y elegir sus propias autoridades.

“Hemos tenido una grata sorpresa: en la orden del día de la sesión del martes figura el tema como tratamiento del proyecto Facultad -no traspaso- y el Rector propone que pase a trabajarse el asunto en las distintas comisiones. Es un gesto de prudencia de Sergio Pagani, que yo valoro enormemente, porque una cosa es meter un tema que se defina ya, porque hay un grupo de gente protestando, y otra es decir: que las comisiones hagan un estudio en profundidad, nos tomemos el tiempo que resulte prudente y recién resolvamos. Hasta este momento había todo un clima de tensión institucional, aparte impropio con tantos otros temas pendientes que hay en la Universidad y en la Facultad, no parecía oportuno, eso ha sido un gesto muy bueno”, afirmó el doctor Mateo Martínez, Decano de la Facultad de Medicina, quien con la licenciada Rossana Moyano y Norma Romero, Directora y Vice de la Escuela de Enfermería, respectivamente, dialogaron con LA GACETA sobre esta problemática.

- ¿Cuál es su posición respecto del pedido de este grupo de alumnos?

- Martínez: en realidad, Medicina apoyó y apoya fuertemente que los enfermeros tengan su propia Facultad. Eso implica un proceso, que tiene a veces una lentitud que no siempre puede ser grata para los actores diversos que pueden tener más o menos apuro. Este proceso lleva ya más de 30 años, trabajé con Gladis Camargo de Guaraz, una histórica directora de Enfermería, ella empezó con el primer proyecto de Facultad. Este asunto tiene connotaciones institucionales, económicas, legales y por supuesto, un matiz político de acuerdo con la coyuntura. Esa es la situación.

- La Escuela fue creada en 1952, ¿por qué en 70 años no se ha dado ese paso significativo de convertirla en facultad?

- Martínez: Por la falta de historicidad, la Argentina no tiene Facultades de enfermería. Esto sería un boom, seríamos pioneros.

- Moyano: exactamente, en el año 52 nace como tal, pero la historia de la Escuela es mucho más antigua. Hay precursores de la carrera que son los cursos de visitadoras sociales, después pasa por la Facultad de Bioquímica, después depende de la Facultad de Medicina y nace como escuela de nurses. Cuando se crea en 1952 ya estaba en la órbita de la Facultad de Medicina y años después, hemos crecido con esa aspiración de ser Facultad de Enfermería. Tuvimos la suerte de tener como docente a una de las maestras y precursora del proyecto, como la licenciada Camargo de Guaraz y con ella fuimos creciendo y mamando la idea del proyecto Facultad. Es así que ella lo trabajó con una comisión y el primer proyecto lo presenta al decano Carlos Fernández en 1989. Después, en 2002, otra maestra de la enfermería como la señora Yolanda de Dupuy también continúa trabajando el proyecto, con una comisión; en 2008, también se lo presenta el decano Deza. Luego en 2010-2011, siendo decano el doctor Martínez y yo directora, continuamos trabajando el proyecto. Esto de ser Facultad es algo que nos une a toda la Escuela de Enfermería.

- ¿Los sucesivos rectorados no visualizaron este deseo a lo largo de tantos años?

- Martínez: yo sugiero ponernos en la piel de un Rector de la UNT, que tiene 96 carreras y hay otras carreras de grado como Trabajo Social, que está en una Facultad de humanidades o Veterinaria, en Agronomía. Creo que el Rectorado actúa con cierta prudencia y condicionamiento, que es económico. Si nosotros pedimos una pizza, son ocho porciones, dos para cada uno, si viene un quinto comensal nos vamos a mirar para ver quién le va a convidar de sus porciones. Es un problema presupuestario. Como administrador de recursos, entiendo la renuencia del Rectorado en avanzar sobre ese tema. No olvide que estamos con presupuesto 20-21 prorrogado, en una crisis financiera e inflacionaria importante.

- ¿Cuáles serían las ventajas para la Escuela si pasara bajo la tutela del Rectorado?

- Martínez: apoyamos absolutamente el deseo de la Escuela de ser Facultad y de hecho, desde 2010, cuando era Fecano, la primera elección que tuvo en su historia Enfermería la impusimos nosotros, en la segunda elección, ella (por Moyano) resultó electa. He tomado muchas medidas graduales de ir aproximándonos al proyecto de Facultad, pero una cosa es el proyecto facultad y otra el paso a la órbita del Rectorado que tiene matices, ganancias y pérdidas. ¿La verdad? Creo que más pérdidas que ganancias.

- ¿Por qué debería quedar Enfermería bajo la órbita de Medicina?

- Martínez: porque tenemos comunión de intereses las mismas profesiones. Hoy en la Escuela funcionan tres carreras: Obstetricia, Tecnicatura en estadística y Enfermería. Enfermería se ha hecho muy importante, tiene muchos alumnos. ¿Se va Enfermería sola y quedan las otras dos carreras? ¿Las personas de esas dos carreras tienen la misma inquietud que las de algunas de Enfermería? Es un terreno que no está claro. Por ejemplo, la totalidad de la gente de Aguilares se opone al paso al Rectorado: son 1.800 alumnos y 70 u 80 entre docentes y no docentes. En Medicina todos quieren que sea Facultad, no tenga la menor duda. Lo complejo es que el pase al Rectorado no se interpreta que sea ganancia. No siempre los Rectorados -no me refiero a este Rector- responden a las necesidades o exigencias de los distintos espacios, porque tienen otras prioridades. La pretensión de un grupo pequeño de pasar al Rectorado no parece tener argumentos sólidos. Sí, nos une a todos el hecho de que sea Facultad.

- Moyano: pasando al Rectorado tampoco van a poder elegir a las autoridades universitarias. El estatuto dice que en las escuelas universitarias dependientes del Rectorado es el Rector quien designa la autoridad. Nosotros, como gestión, estamos de acuerdo con el proyecto Facultad y nos comprometemos a acompañar. De hecho, asumimos el 27 de mayo y el día 30 presentamos ya la nota al Rector, diciendo que apoyamos el proyecto y poniéndonos a disposición para acercar cualquier información complementaria que se requiera. Queremos el proyecto Facultad y respetamos los tiempos administrativos que requiere. Y el 21 presentamos otra nota, acompañada por 60 firmas de docentes, en la que pedimos el tratamiento y que se haga en un clima de cordialidad, respetando las etapas administrativas. Eso tiene que quedar en claro.