La decisión del presidente Alberto Fernández de suspender parte de su agenda oficial para visitar a Milagro Sala en Jujuy provocó distintas reacciones a nivel político y social. La fundación “Jujuy con Paz y Esperanza”, que nuclea a personas que denunciaron a la dirigente social, emitió un comunicado en el que condenaron la actitud del jefe de Estado.
La entidad consideró que la determinación de Fernández muestra “total desprecio e indiferencia” por quienes sufrieron “las conductas criminales de la mencionada delincuente y su organización (Tupac Amaru)”.
“Su visita, señor Presidente, realizada en el contexto de acusaciones infundadas contra las autoridades de nuestra provincia, no es un gesto humanitario, sino un burdo intento de presionar al Poder Judicial, entrometiéndose en asuntos que exceden sus atribuciones”, señaló el escrito.
Los afectados pusieron, además, en duda el estado de salud de Sala al mencionar que "si fuera cierto" que la internada "se encuentra con graves dificultades de salud", son ellas, las víctimas, las que más aspiran "a su pronta recuperación".
"Y aspiramos, también, a su pronto regreso a una cárcel. El privilegio de la prisión domiciliaria no es solo una burla, sino un peligro para quienes fuimos y aún somos sus víctimas", remarcaron.
Por último, le recordaron al jefe de Estado que “la agenda que suspendió para realizar esta visita es la agenda de todos los argentinos, la que sí está dentro de los deberes por los que, algún día, Dios y la Patria pueden llegar a demandarlo”.