Educación: “La hora extra recompensará el tiempo que hemos perdido”

El docente hindú Akash Patel remarcó la importancia de revertir el impacto de la pandemia en la educación

DESTACADO. Patel fue una de las figuras de la última jornada.  DESTACADO. Patel fue una de las figuras de la última jornada. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
08 Julio 2022

Después de tres jornadas de exposiciones e intensos debates en relación al contexto actual que vive la educación, el 6° Congreso Internacional de Educación llegó a su fin. Más de 30.000 docentes y 20 especialistas dieron vida a esta actividad que permitió repensar los modelos educativos y de aprendizaje.

En una de las últimas conferencias de ayer, el docente hindú Akash Patel hizo hincapié en el impacto que tuvo la pandemia en estudiantes y docentes y el desafío que esto despertó a nivel global. “Después de la pandemia, lo que pasó es que por la educación virtual perdimos mucho; sobre todo el tiempo con los alumnos”, dijo el profesional y sostuvo que a raíz de esto, los alumnos están batallando en varias materias como lengua y matemáticas.

Involucrado en la realidad local, el fundador de World Experiences Foundation se mostró a favor de la extensión de las jornadas escolares con una hora más porque podrían permitirle a los estudiantes llegar al nivel en el que tienen que estar. “Estuve hablando con su ministro (Juan Pablo Lichtmajer) y yo pienso que con agregar esa hora posiblemente les dará la oportunidad de recompensar un poco ese tiempo que hemos perdido con los chicos” enfatizó.

Patel también sostuvo que hoy en día miles de maestros están saliendo del aula y no quieren trabajar más, por el estrés, por el trabajo, entonces considera necesaria la innovación. “La formación docente es fundamental para lograr esa meta y ese desafío que estamos teniendo por la pandemia. A través de esas estrategias y de esos programas innovadores, los maestros van a tener los recursos para inspirar la ciudadanía global, inspirar el aprendizaje”, exclamó.

En su paso por Tucumán, el educador que actualmente enseña español en una escuela secundaria de bajos recursos en Dallas, buscó dejar un mensaje inspirador compartiendo la historia de cómo creó su fundación sin fines de lucro en la memoria de su hermano gemelo. “A través de la fundación conectamos cientos de miles de alumnos de todo el mundo con personas de más de 50 países por videollamadas. Quiero inspirar eso en las comunidades rurales, en las personas vulnerables de Tucumán, para que los chicos de aquí tengan las oportunidades de conocer el mundo y algún día tener los sueños de viajar a India, a la Antártida, Alemania, donde sea”.

Cuidar las infancias

Daniel Brailovski fue otra de las palabras autorizadas que expuso en la última jornada del evento internacional y al hablar del mayor desafío que hoy tiene la educación inicial, fue contundente al expresar que esta meta seguirá “siendo brindarles a los chicos un espacio para ser niños y niñas” y discutir un los mandatos que existen en una sociedad de consumo que intenta desinfantizar a las infancias. “Hay una visión de la sociedad muy adultocéntrica y que pone a los chicos en el lugar de consumidores, y todos sus objetos son mercancías, entonces creo que desandar el camino de la mercantilización de la vida infantil podría ser descripto como uno de los grandes desafíos en esta época”, agregó.

En su exposición, el profesional argentino retomó las ideas del filósofo español, Santiago Alba Rico, que plantea que el mundo se divide en cosas de comer, cosas de usar y cosas de mirar. “Una lectura pedagógica de esta distinción que él hace entre cosas comestibles, que preservan la vida, cosas instrumentales que sirven para realizar tareas y conseguir fines y una dimensión de lo que nos maravilla y simplemente lo miramos pero no es ni comestible ni útil. Él rescata esta tercera visión como la visión que hace falta, la que el mundo necesita, porque en una sociedad que trata de que todo sea útil o comestible -la metáfora del consumo se asocia con lo comestible- recuperar espacios en los cuales las cosas se hagan por hacerlas, se lea por leer”, formuló el docente. Y remarcó: “Creo que la escuela es un espacio que para ir en esa dirección también necesita despojarse de los rankings, de la obsesión por medir y evaluar todo. Del utilitarismo como modo de mirar el aprendizaje y por eso vengo a plantear una concepción del aprendizaje despsicologizada, desutilitarista y desevaluativa”. (Producción periodística: Bárbara Nieva).

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