Los sembradíos de Ucrania también son campo de batalla

Los incendios ennegrecen las tierras de cultivo e impiden levantar la cosecha de granos. Las autoridades denuncian que los bombardeos rusos apuntan a destruir la base económica del país.

DESESPERACIÓN. Cientos de agricultores ucranianos realizan la cosecha de granos junto al muro de fuego.   DESESPERACIÓN. Cientos de agricultores ucranianos realizan la cosecha de granos junto al muro de fuego.
12 Julio 2022

KIEV, Ucrania.- La ola de calor que arrasa a Europa se traduce, en una Ucrania devastada por la guerra con Rusia, en otro motivo de desesperación. En medio del calor intenso, las cosechadoras barren los campos de grano en una carrera contra los incendios que se propagan rápidamente.

Las líneas del frente del conflicto se extienden por algunas de las tierras agrícolas más ricas de Ucrania. Iniciados por accidente o por mano humana, los incendios se están comiendo una cosecha que, de todos modos, iba a ser difícil de recoger y aún más difícil de exportar.

Pavlo Serhienko, entrevistado por la cadena estadounidense CNN, tiene 24 años y es la tercera generación de su familia que dirige una explotación agrícola en el distrito de Vasylivka, en Zaporiyia. Su padre falleció a causa del coronavirus y él quedó solo para gestionar las 3.000 hectáreas. Ahora, casi la mitad de esa tierra es ahora demasiado peligrosa para cultivar. “Ni siquiera podemos llegar allí. Está minado o cerca de los territorios ocupados, literalmente en primera línea. Tenemos ocupantes en parte de los campos”, explicó.

“Desde hace cuatro días estamos apagando incendios en los campos. Ellos (los rusos) golpean los campos - con trigo y cebada- todos los días”, contó.

La temporada de siembra fue igual de peligrosa. “Sembramos un campo de 40 hectáreas. Tuvimos que abandonar el campo cuatro veces. Cada vez que salíamos, bombardeaban el lugar. Una vez hubo 23 impactos de mortero”, lamentó.

Como les pasa a cientos de agricultores, los edificios y equipos también fueron alcanzados por la maquinaria de la guerra: la granja de animales y todos los almacenes construidos en los últimos 20 años fueron destruidos.

La denuncia de funcionarios ucranianos es que estos ataques son parte de la táctica de Rusia para destruir la riqueza agrícola de Ucrania, y su supervivencia.

Hace una semana, la policía de la región meridional de Jersón, una de las zonas agrícolas más productivas de Ucrania, abrió un proceso penal por la destrucción intencionada de cultivos por parte del ejército ruso, señaló en su cobertura CNN.

Una vez que se inician los incendios, hay pocas posibilidades de extinguirlos. Muchas de las zonas disputadas carecen de agua corriente, y a menudo es demasiado peligroso intentar atajar las llamas. Las líneas de frente activas en el conflicto se extienden a lo largo de más de 1.000 kilómetros, en su mayoría a través de tierras de cultivo.

Los servicios de emergencia ucranianos publicaron imágenes de los incendios que habían arrasado las tierras de cultivo de Donetsk la semana pasada.

La imagen, republicada por el Ministerio de Defensa, llevaba la leenda: “No es el trigo ucraniano el que se incendia, es la seguridad alimentaria del mundo la que está en llamas”.

Las perspectivas no son alentadoras tampoco para la Unión Europea, que depende del grano ucraniano, pero aún más del gas ruso. El comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, advirtió que los riesgos para la economía estaban aumentando debido a que Rusia podría cortar sus suministros de gas a Europa.

Ayer, el gasoducto ruso Nord Stream suspendió hasta el 21 de julio, el suministro de gas a Alemania por “mantenimiento”, informó la operadora de la infraestructura Nord Stream AG. La medida desató alarma en toda Europa, que ve de cerca el fantasma del racionamiento.

Desde junio pasado el gasoducto, tendido por el fondo del mar Báltico, opera al 40% de su capacidad debido, según Rusia, a que Canadá no ha devuelto turbinas que estaban en reparación y que se precisan para el bombeo.

El Kremlin rechaza cualquier insinuación sobre el uso del petróleo y el gas como un arma de presión políticas. “Nadie se ha inventado ningún tipo de nuevos trabajos. Si las turbinas regresan tras su reparación, esto permitirá incrementar el volumen de suministro”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov en referencia a las turbinas retenidas en Canadá. (Especial)

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