Manzur y Jaldo: la crisis, la permanencia y la “isla”

Manzur y Jaldo: la crisis, la permanencia y la “isla”

El oficialismo nacional sigue inmerso en un maremágnum de incertidumbre. La hecatombe a la que parece dirigirse el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner genera la sensación permanente de que algo está por pasar. Y las opciones que trascienden y las especulaciones que se tejen no implican precisamente acerca de situaciones buenas para el país. Todo el espectro coincide en que la crisis política acrecentó la económica y sabe cómo impactan estos desmanejos y el pobrecimiento en el humor social. En el kirchnerismo sostienen que, por ahora, habrá un cese momentáneo del fuego amigo y desestimaron que pueda haber cambios en la primera plana del Ejecutivo, al menos al cierre de esta edición. Si bien afirman que la relación personal y política entre los Fernández no tiene retorno, enfatizan que la vicepresidenta no tiene la intención de “voltear” a su ex compañero de fórmula ni a su propio Gobierno. “Lo arrinconó, logró su objetivo, que haya cambios en Economía, pero no le pegará en el piso”, dice un referente con llegada a Buenos Aires. Explicó que entre sus seguidores creen que ella irá monitoreando si se cumplen sus sugerencias y que con base en eso analizará cómo seguir. De hecho, miembros de distintas agrupaciones “k” consignaron que la bajada de línea interna es no cuestionar más al primer mandatario y que, por ejemplo, Cristina congeló su agenda de actos y sus apariciones en el Conurbano y las provincias.

“Esta semana será crucial para Juan (Manzur)”, anuncia un político que ronda los pasillos del poder nacional. El gobernador en uso de licencia está sentado muy cerca del polvorín y resiste estoico los embates internos. Las versiones sobre su futuro como Jefe de Gabinete llegan como oleadas a la provincia. Paradójicamente, la líder del kirchnerismo se volvió clave para el tucumano ¿Por qué? Los miembros de su entorno recordaron que pese a que no era de su agrado, ella lo sugirió para el puesto; mantienen una comunicación fluida; valora su rol; no lo cuestiona y lo habría sostenido en el puesto hace algunas semanas cuando se mencionaba que Sergio Massa lo reemplazaría.

¿Qué hará Cristina? Es una pregunta recurrente. En su dirigencia dicen que si tiene que competir contra Alberto, lo hará. Que los candidatos del kirchnerismo no son ni Máximo Kirchner ni Wado de Pedro y que está lista para eventualmente confrontar en las Paso. No descartan, desde distintos sectores que un gobernador peronista pueda acompañarla ¿Incluído Manzur? No lo descartan.

Manzuristas dicen que la relación Manzur-Fernández permanece bien, pero un poco más distante que antes de esta etapa de la crisis. Con quien no habría quedado bien el vínculo sería con Sergio Massa, a quien acusan en parte del peronismo provincial de haber intentado desplazarlo para quedarse con su cargo y de “sacar ventaja” de la tensa coyuntura. En el massismo nacional descartan la posibilidad de que exista tal disgusto y arriesgan, inclusive, a Manzur como un posible futuro compañero de fórmula del diputado nacional, tercero en la línea sucesoria. Subrayan, de todas maneras, que la llegada del tigrense al Gabinete es cuestión de días y que Manzur ocuparía otra oficina de relevancia en el Ejecutivo.

Al margen del asunto “Massa”, en el manzurismo y en el jaldismo están de acuerdo en una cuestión: al espacio en general le conviene que Manzur permanezca en la Rosada y que Jaldo lo haga en la Casa de Gobierno provincial. Sucede que consideran que mientras más tiempo esté el médico en Buenos Aires, más definido estará el panorama y mejor posicionado quedará para integrar una posible fórmula nacional. Mientras, cuanto más se afiance el contador en la gobernación, arriesgan que más chances tendrá de ser el candidato del oficialismo y de garantizar la continuidad de la gestión.

Continuidad

La realidad es que hasta los locales de las líneas más duras de ambas partes oficialistas saben que la crisis nacional acortó el margen de acción para todos. A diferencia de semanas atrás, hasta los detractores del tranqueño aseguran que tiene el “90% de las posibilidades” de ser el elegido ¿Y el 10% restante? “Lo que pasa en la Nación beneficia a Jaldo. Pero Manzur es Manzur y siempre se guardará un cartucho por las dudas”, explica un dirigente del riñón manzurista. Reconocen que Jaldo hizo todo lo que tenía que hacer y más para ser considerado, que no ha generado motivo para desconfianzas. Citan una frase de Manzur en la última cena que compartió con los intendentes, hace una semana: “trabajaré para pasar el bastón a un peronista”. No lo mencionó, pero interpretan que fue una alusión directa al hombre que estaba a su lado. Tampoco lo mencionará pronto, será a último momento. Todo aquel que formó parte de un Gobierno sabe que “bendecir” temprano a un posible sucesor implica automáticamente comenzar a perder el poder. Nadie puede darse ese lujo en este contexto urticante y con una interna tan reciente, advierten ex funcionarios de experiencia.

En el jaldismo aseguran que la sucesión estaría acordada. En el manzurismo no lo niegan, pero afirman que Manzur les confirmó que volverá a terminar su gestión y que se pondrá al hombro la campaña. Aseguran que, si es que se aplaca la crisis política y permanece en el puesto nacional, podrá venir para acompañar a Jaldo en sus actos y recorridas también a mitad de semana y no sólo los viernes. En tanto, Jaldo viaja a los los municipios y comunas. Ayer estuvo en Simoca y coincidió, curiosamente, con la flamante posible fórmula de los radicales Roberto Sánchez y Mariano Campero. Se saludaron en la Feria y siguieron sus rumbos. Jaldo estaba con el intendente local, Marcelo Herrera; con el bandeño Darío Monteros; con el secretario coordinador del Ministerio de Obras, Marcelo Caponio y los kirchneristas Mabel Carrizo (diputada nacional) y Jesús Salim (funcionario de la Anses nacional). Los opositores recorrieron con el intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar y de Concepción, Alejandro Molinuevo, y con algunos de quienes podrían perfilarse para competir por la intendencia del Este. Antes habían hecho lo propio en La Cocha. En el armado confiaron que comenzarán a posicionar postulantes para los municipios del interior de su propio espacio. En la Casa de Gobierno, a regañadientes, comentan que tendrían algunas mediciones que ubican al presidente radical primero. No les preocupa, insisten, porque consideran que el peronismo llegará unido y que será, a diferencia de la oposición, lo que les dará el triunfo finalmente. Apuestan a que el armado de JxC no llegará a un acuerdo y que sin la experiencia y recursos políticos de Germán Alfaro, el otro precandidato a la gobernación, no podrían superarlos.

Al margen de los movimientos en la oposición, en el oficialismo están concentrados puertas adentro. Argumentan que el consenso tiene que primar y que el tándem peronista no hará movimientos de más. La premisa es permanecer lo más posible en sus posiciones actuales y no sólo por el año electoral que se aproxima. Tucumán depende de la Nación para el pago de salarios y gran parte de los fondos y obras que llegan son porque Manzur está donde está. La idea del Jefe de Gabinete de “cercar” la provincia se evidencia también con el posible adelanto de los comicios de agosto para el 4 de junio. “Tucumán es una isla”, repiten en el Ejecutivo y aseguran que pretenden que permanezca allí.

¿Manzur volverá antes? Afirman que ni siquiera él lo sabe, pero que tiene “la valija lista”, según un funcionario que lo visitó recientemente. Y citó las palabras que el jefe de Gabinete dijo en el salón Blanco semanas atrás, cuando presentó el plan de obras junto al ministro Gabriel Katopodis. Con su habitual sonrisa y la mano en el bolsillo, Manzur pasó una factura y deslizó lo que viene: “me asignaron una responsabilidad, pensaron que podía ser útil. Saben que no soy de los que le esquivan al bulto, nunca fui así. Tampoco dudo, porque me enseñaron muy bien: no importan los costos políticos y personales. Hay que dejarlos de lado. Si uno puede ser útil, primero está la patria, después el movimiento y al final nosotros. Desde hace más de 70 años. Nos veo unidos (en la Provincia). (Jaldo) está haciendo un buen trabajo, estaré a la par de él para que le vaya bien a Tucumán”.

¿De qué depende la permanencia en Buenos Aires? Exclusivamente de cómo siga el Gobierno de los Fernández. “Si dependiera de él, sería hasta tanto se determine que habrá Paso y que él podrá estar en una de las alternativas”, asegura un visitante frecuente de la Rosada. Y menciona un aspecto clave: si las elecciones locales son favorables y las nacionales no se adelantan, podría llevar un triunfo de ofrenda. Esto sería valioso porque Tucumán es un distrito importante y sería en un panorama poco favorable. Como ya se dijo en esta columna, las fuentes sostienen que Manzur apostaría de máxima a ir en dos fórmulas: en una nacional y a vice en Tucumán.

Aunque pocos lo reconocen en público, en todos los sectores dirigenciales analizan un hecho que será determinante para el humor social y el desarrollo de la campaña nacional: el Mundial y el desempeño que tenga la Selección. Aunque parezca increíble, es una de las variables que analizan en los despachos del poder.

El escenario político es cambiante y está totalmente convulsionado. Advierten en los entornos que, tanto Manzur como Jaldo, tienen planes de respaldo para cualquier contingencia y cambio drástico.

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