Durante la temporada 2021/22, que acaba de finalizar, los países australes lograron un nuevo récord exportador. Por primera vez los envíos de uvas superaron el 1,5 millón de toneladas. Una década atrás, estas alcanzaban la 1,2 millón de toneladas.
Este récord se logró a pesar de las múltiples dificultades que tuvieron que enfrentar productores, exportadores y comercializadores. Los problemas logísticos acompañaron a las uvas desde la cosecha hasta las góndolas de los supermercados. Las complicaciones en conseguir suficientes trabajadores, los retrasos en los puertos, la superposición de arribos, entre otros, no permitieron una adecuada planificación y afectaron la cantidad y la calidad por comercializar.
“Del 1,5 millón de toneladas exportadas, un 40% salió de Chile; un 35%, de Perú; un 23%, de Sudáfrica y un 4%, de Brasil. Hace unos años Chile ostentaba una participación mucho mayor, y superaba fácilmente el 50%. Pero durante las últimas campañas, el país trasandino sufrió una retracción, compensada por el fuerte crecimiento de Perú y, en menor medida, por Sudáfrica”, precisó Betina Ernst, de Topinfo.
Pese a las dificultades que debió enfrentar el sector de uva fresca de Chile, ese país sigue siendo el primer exportador mundial. Durante la campaña 2021/22 logró recuperarse, tras la fuerte merma sufrida en la campaña anterior. Esto se logró gracias a un mejor clima y a que las nuevas plantaciones entraron en producción. La exportación alcanzó casi las 600.000 toneladas, y se ubicó en niveles similares a los del período 2019/20. Pero estos valores están lejos de los años de esplendor, cuando Chile exportaba unas 800.000 toneladas. Problemas de agua, plantaciones y variedades viejas, fuertes competidores y los recientes problemas logísticos afectaron fuerte al sector.
Sudáfrica registra hace años un avance constante en su industria de la uva de mesa. Este año alcanzó por primera vez las 350.000 toneladas, lo que significa un 50% más que hace 10 años. Dispone de cinco grandes regiones productoras. Tal diversidad le da la ventaja de tener un amplio período de oferta y de compensar mermas en alguna región con el plus de otra.
En Perú, la uva es un producto muy tradicional. Desde hace 15 años ese país ya exportaba esa fruta. Pero en ese momento se restringía a la variedad Red Globe, que se da especialmente bien en la costa peruana. Durante los primeros años de la expansión frutícola Perú brilló en el mundo con esa variedad. Pero la Red Globe se encuentra en retroceso en muchos mercados; y está siendo superada por nuevas variedades sin semilla. A raíz de ello, mientras hace 10 años el 75% de las exportaciones de Perú eran Red Globe, en la última campaña esta apenas alcanzó un 24% del total. Se hizo un enorme esfuerzo para modernizar el espectro varietal, con un fuerte vuelco hacia las patentadas, que ya ocupan la mitad de los embarques.
Brasil volvió a recuperar sus exportaciones, tendencia que venía observando durante las últimas cuatro temporadas. En 2021/22 exportó 63.000 toneladas, volumen que duplica los valores bajos que había alcanzado entre 2014/15 y 2016/17. Si sigue creciendo, pronto alcanzará los elevados niveles de 2007 y 2008, cuando superó las 80.000 toneladas.