La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner habló ante sus seguidores apostados en Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires. Tras los incidentes ocurridos durante la tarde, primero habló el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Al final del día fue el turno de la titular del Senado.
"Odian el amor y la alegría peronistas", afirmó la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. "Tuve que ir a dormir a la casa de mi hija en el barrio de Monserrat", agregó.
"Quien habla ha sufrido el permanente hostigamiento y nunca vi a la Policía de la ciudad de Buenos Aires para evitar ese hostigamiento hacia una ciudadana que paga sus impuestos", -remarcó-. Y después dicen que los violentos somos nosotros", insistió.
"Los hemos visto colocar guillotinas en la Casa de Gobierno, pero los violentos somos nosotros. Exterminar al peronismo es lo que intentaron desde siempre, porque no aceptan que el pueblo pueda expresarse", afirmó. "Dejen de competir para ver quién le pega más a los peronistas, para ver quién es más duro", resaltó.
"Se juntaban a cantar y no a insultar a nadie, ni a desearle la muerte a nadie. Por eso quiero decirles a todos ustedes que ha sido un largo día, que aunque viviera mil año nunca me va a alcanzar para agradecerles el amor, la solidaridad y la lealtad de todos ustedess, creánme que a esta altura de mi vida no hay nada más importante que eso. Solo les pido que no abandonemos nuestras convicciones nunca y sobre todo ese indestructible amor a la patria que nos une a todos y todas -aseguró-. Quiero finalmente decirles que gracias y pedirles que vayamos a descansar un poco que ha sido un largo día. Los quiero mucho, siento que cada uno de ustedes es un poco hijo mío y yo me siento madre de todos ustedes. Gracias. Los quiero mucho, con el corazón", insistió.